Los avisos por activa y por pasiva de que nadie saliera a la carretera para ver la nieve en Castellón, por ocio, no se cumplieron en la jornada de ayer. Temeridad e imprudencia. Las colas de vehículos en los accesos a Barracas, Catí, Ares, Culla o Vallivana, y los coches estacionados de cualquier manera para bajar un momento a jugar con los copos desbordaron a los municipios y, lo peor, llegaron a entorpecer el paso de las máquinas quitanieves para dar acceso a las poblaciones ante cualquier emergencia. El Desert de les Palmes, en Benicàssim, constituyó otro de los puntos neurálgicos de gran afluencia de curiosos, con un elevado número de turismos estacionados en la zona.

LANZAN UN SOS

En Barracas, que la jornada previa ya había registrado una invasión de valencianos, los aparcamientos estaban repletos de vehículos, muchos de ellos mal estacionados. Puntos como Torás también se llenaron de curiosos. La Guardia Civil instaló controles disuasorios para impedir el acceso por carretera hacia el interior de Castellón, pero, con todo, se dieron incidencias e incluso desde Ares su alcaldesa, Esther Querol, requirió la asistencia de patrullas para poner orden y prevé también refuerzos el próximo fin de semana. «Tenemos toda la entrada del pueblo colapsada de vehículos, la quitanieves tiene que hacer peripecias para poder acceder porque dejan los coches en la plaza y se ve obligada a salir marcha atrás». Muchos turistas tuvieron problemas para acceder a municipios al acumularse espesores de 50 centímetros de nieve.

«NO ES DÍA PARA IR A VER LA NIEVE»

En puntos como el cruce de Catí, de la N-232 con la CV-128, se produjeron filas de vehículos que impedían el trabajo de los operativos. «No es día para ir a ver la nieve», reiteraban desde Emergencias. De hecho, a la altura de Catí un vehículo se salió de la calzada por la nieve y el hielo que había en la carretera y fue socorrido por unos ganaderos que trabajaban en la zona con su tractor.

Rhamsés Ripollés, alcalde de Morella, reaccionó ante las imágenes de los centenares de turistas en la N-232 a la altura de Vallivana, donde la Guardia Civil les impidió acceder al puerto de Querol. «Son inaceptables. Queda nieve para días y habrá tiempo para disfrutarla. Es momento de dejar trabajar a todos los efectivos de limpieza y emergencias», indicó el munícipe. Con todo, agradeció la labor del dispositivo tanto de la Guardia Civil como de la Policía Local, que mantuvo un puesto en el Barrio Hostal Nou de Morella para asegurarse de que los coches que salían en dirección a la costa llevaban cadenas para circular.

Desde la Delegación del Gobierno en la Comunitat se siguió haciendo ayer especial hincapié en «evitar desplazamientos temerarios» y recordó que desde primera hora de la mañana se cortaron carreteras para evitar la llegada masiva de turistas. Con todo, los agentes tuvieron que actuar par corregir algunas infracciones en materia de seguridad vial, por estacionamientos indebidos u obstaculizando el tráfico.