La vacunación a los mayores de 90 años ya es casi generalizada en todos los municipios de la provincia. Son inmunizados en el propio consultorio, en el jardín exterior, dentro de un vehículo en las inmediaciones o incluso en recintos municipales, como el salón multiusos en Torreblanca. Justo ayer el Ayuntamiento de Nules ofreció a Sanitat el multifuncional, los bajos de la biblioteca o el polideportivo.

Tras la inmunización de residencias y sanitarios, ahora es el turno de los más mayores que viven en sus domicilios. El orden a seguir se ha establecido por edad, tras ellos irán los de 80 años y así de forma sucesiva. De todos modos, en la estrategia nacional se ha decidido incluir a la franja de 45-55 años para administrarle la vacuna de AstraZeneca, no recomendada para mayores de 55. Así, una persona de 50 años podría estar vacunada antes que una de 60.

Estos son algunos testimonios de los mayores de 90 años de la provincia que ya tienen la primera dosis.

Peñíscola. Rafaela Drago, 100 años: «Estoy muy contenta con la vacuna, me encuentro bien»

A sus 100 años, Rafaela Drago ha sido la primera en recibir la vacuna en Peñíscola. «Estoy muy contenta y me han atendido muy bien», comentó tras recibir la dosis en el centro de salud. Además, no ha tenido reacción adversa alguna, «me encuentro muy bien», asegura. A Rafaela la llevó en coche su sobrina, que también acompañó a su madre, y, sin necesidad de bajar del vehículo, fueron vacunadas ambas. Ayer, se llevaron a cabo las vacunaciones presenciales a los vecinos de más 90 años de edad y se inmunizó a un total de 30 personas. Cuando lleguen más viales, se procederá a vacunar al resto de personas, unas 30 más, de la misma franja de edad, pero, en esa ocasión, la vacunación se hará a domicilio porque se trata de mayores que, por falta de movilidad u otras causas, no pueden salir de su hogar. María José Sánchez

Sant Mateu. Raimundo Escuder, 101 años: «Estoy muy bien de salud, no tomo ni una pastilla»

Raimundo Escuder acudió ayer con una sonrisa a ponerse la vacuna. A sus 101 años, cumplirá 102 el próximo 12 de marzo, un día después de que le administren la segunda dosis de Pfizer como mejor regalo de aniversario. Vive solo, aunque está muy pendiente de él su hija. «Siento mucha alegría, estoy agradecido, no me han hecho nada de daño, han sido muy amables», explica este vecino de Sant Mateu, que espera muy pronto abrazar a dos nietas y sus dos bisnietas, a los que por precaución no ve desde hace algunos meses. Raimundo goza de una salud envidiable a su avanzada edad, no toma ni una sola pastilla. Él tiene claro dónde radica el secreto de poder disfrutar de una salud de hierro. «Yo solo bebo agua del pozo del Carrascal», remarca de forma tajante. Ahora solo le queda esperar la segunda dosis.

Morella. Juan Miralles, 93 años: «Ya tengo ganas de que todo esto del covid termine»

El centro de salud de Morella empezó ayer a vacunar a los más mayores de la localidad. Entre los vecinos que se vacunaron estaba Juan Miralles, que cumplirá 94 años el próximo 8 de marzo. «Ye tengo muchas ganas de que todo esto del coronavirus termine para poder hacer vida normal», señaló. En total, recibieron la primera dosis de Pfizer 18 vecinos de Morella, dos de Ortells y tres de Vallibona, ya que estos dos municipios dependen a nivel sanitario del consultorio de la capital de Els Ports. Además, también se inmunizó a una veintena de personas del centro de día y a cuatro trabajadoras. Hoy se inmunizará a una decena de trabajadoras de ayuda a domicilio. Morella ha sido uno de los municipios más golpeados, por un brote que se cobró la vida de casi una treintena de usuarios de la residencia en la primera ola. J. Ortí

La Mata. Ricardo Miravet, 91 años: «He llamado varias veces para ver cuándo me tocaba»

En los centros de salud dependientes del centro de salud de Forcall, como en el de la Mata, ayer fue turno de vacunaciones. La ansiada inmunización está más cerca. Fue un momento de mucha emoción debido a que la mayoría de los convecinos no se veían desde el inicio de la pandemia y se encontraron en el propio centro de salud. Uno de los que ha acudido es Ricardo Miravet, quien fuera alcalde de la Todolella hasta el año pasado. «He llamado varias veces al centro de salud para preguntar cuándo me tocaba, estoy muy contento de habérmela puesto ya», remarca Miravet que tiene 91 años. Sin duda, las imágenes de la vacunación son las de la esperanza, la cara más amable de la pandemia, especialmente, en los municipios del interior donde la mayor parte e la población tienen una edad avanzada. Javier Ortí.