La cruz llega a la iglesia de Santo Tomás de Villanueva

El monumento ha sido finalmente retirado este miércoles 4 de enero de 2023

Tras cinco años de trámites no exentos de polémica, el consistorio ha trasladado el símbolo a la explanada de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva, en la zona de Rafalafena.

Vídeo: Momento histórico, retiran la cruz del parque Ribalta

Paloma Aguilar

La cruz del Ribalta ha sido finalmente retirada este miércoles 4 de enero de 2023. Pese que fue este martes cuando se iniciaron los primeros trabajos en el recinto, así como el vallado del mismo, lo cierto es que el camino hasta llegar al traslado de este monumento no ha sido precisamente breve ni exento de obstáculos hasta llegar a cumplir con el compromiso del equipo de gobierno del actual Ayuntamiento de Castelló liderado por la alcaldesa Amparo Marco.

Fin a un largo proceso

La cruz de hormigón, obra de Maristany, se inauguró el 29 de octubre de 1944 con las flechas de Falange y la inscripción “Caídos por Dios y por España. Presentes!”. En el pleno municipal del 31 de mayo de 1979, la corporación municipal resignificó la cruz y se dedicó a las víctimas de la violencia. Hoy, no consta ninguna leyenda.

Desde que en 2007 el gobierno aprobara la ley de memoria histórica y la Generalitat valenciana la de memoria democrática en 2017, se daba luz verde a la retirada de vestigios franquistas. En Castelló destaca la cruz que se quitará hoy de suelo público y el cambio de seis calles --este proceso ya ha concluido-- cumpliendo, de esta forma, con la ley tanto estatal como autonómica. Una decisión que ha causado malestar en parte de la ciudadanía, así como en asociaciones y partidos políticos contrarios a este decreto.  

Mientras el socialista José Luis López, remarcaba que la actuación obedece al cumplimiento de las leyes; la concejala de Memoria Democrática, Verònica Ruiz (Compromís), destacó que se trata de «un monumento de exaltación al franquismo». Por su parte, el portavoz adjunto del PP, Sergio Toledo, afirmó que se trata de una acción «de sectarismo político»; desde Vox comentaron, en redes sociales, que «no son demócratas, son talibanes» y el presidente de la Fundación Francisco Franco, Juan Chicharro, mostró su preocupación «por la puesta de perfil de la jerarquía eclesiástica».