Varios residentes aseguran haberse enterado de los análisis negativos en ‘Mediterráneo’

Cisma por el pozo de la discordia

Vecinos de las urbanizaciones en la zona del Pozo Peñarocha piden una asamblea para decidir alternativas en el abastecimiento de agua

Un representante de la sociedad civil que gestiona el Pozo Peñarocha entrega un «comunicado urgente» a varios vecinos de la urbanización de Penyeta Roja de Castelló.

Un representante de la sociedad civil que gestiona el Pozo Peñarocha entrega un «comunicado urgente» a varios vecinos de la urbanización de Penyeta Roja de Castelló. / Manolo Nebot

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Lledó, Nati, Lidón... Entre la sorpresa y el temor, vecinos de las urbanizaciones de montaña que utilizan el agua del Pozo Peñarocha admitían este jueves a Mediterráneo haberse enterado por las páginas del periódico de que la Conselleria de Sanitat había notificado el pasado 5 de enero la declaración de «agua no apta para beber, cocinar, preparar alimentos e higiene personal». El pozo, de titularidad privada, abastece desde hace décadas a cerca de 400 parcelas repartidas en Penyeta Roja, Tossal Gros y Racó de la Torreta. La situación ha generado un cisma en esta zona de Castelló: mientras algunos residentes optan por seguir tal y como están, sin agua potable, otros piden la celebración de una asamblea extraordinaria para explorar alternativas para el abastecimiento.

El paseo vecinal desemboca en el balcón de acceso al propio pozo, donde un representante de la sociedad civil que gestiona la instalación reparte un «comunicado urgente» a varios de los vecinos afectados. El documento, fechado a 9 de enero y firmado por el presidente de la sociedad civil, informa de la recepción de la mentada notificación de la Conselleria y advierte de que dicha situación se mantendrá hasta que, tras la implantación de medidas correctoras adecuadas, se comunique el levantamiento de la restricción. El comunicado añade que «cualquier incidencia» derivada del uso del agua, «será única y exclusivamente responsabilidad de cada socio». 

El pozo Peñarocha.

El pozo Peñarocha. / Manolo Nebot

Solicitud de reunión

Preguntado por los vecinos, el representante de la sociedad civil asegura que ha solicitado «una reunión urgente» con el ayuntamiento para tratar la situación. Pronto se junta un puñado de vecinos que tantean las posibles alternativas. Hay quien prefiere seguir como hasta ahora, porque utiliza la mayoría del agua para riego y la conexión con la red de abastecimiento sería «más cara». Hay quien afirma haber sufrido recientemente intoxicaciones por la bacteria Helicobacter pylori y lo achaca al agua, que casi nadie en la urbanización usa para consumo, pero sí para higiene personal. «Han jugado con mi salud», indica. Unos y otros solicitan una junta extraordinaria de la sociedad civil, al tiempo que denuncian que algunos vecinos no pudieron acceder a la anterior. «Ayudamos lo que haga falta, pero queremos beber agua normal», afirman. Algunos recuerdan, calculando en las pesetas de la época, que la cuestión ya se votó hace años y ganó el «no». De momento, los vecinos del Tossal Gros se reúnen el domingo.

Consultadas por este medio, fuentes municipales explican que desconocen por el momento esa solicitud de reunión, recuerdan que el pozo es privado y ofrecen su colaboración para tratar de llegar a una solución. 

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