El CD Castellón venció en San Fernando con Carles Salvador sosteniendo al equipo y Dani Torres, Pablo Hernández y Vicente Esquerdo viéndolo desde casa. Sin duda, frente al Atlético Baleares, el canterano (y Sergi Escobar, y el albinegrismo) necesitarán de una ayuda suplementaria, que pasa por recuperar al resto de centrocampistas llamados a formar una medular de referencia en Primera RFEF, de las mejores. Es seguro que recupera al colombiano tras su sanción; y el Mago y el alicantino, está por ver.
Cuando Sergi Escobar supo que al canterano se le iba a unir el buque-insignia del Castellón, y que el cierre del mercado puso encima de la mesa los nombres de Dani Torres y la oportunidad de que el Valencia le cediera a Esquerdo, empezó a relamerse. Un centro del campo de garantías, a partir del cual construir un bloque que, en este igualado grupo, pudiera ser un factor diferencial.
La única vez
Sin embargo, el futbolista a préstamo por los che no pudo debutar hasta la séptima jornada; Carles, además, también sufrió una pequeña lesión, mientras que Pablo también se ha perdido varios encuentros. De hecho, estos cuatro jugadores solamente han coincidido poco más de media hora, durante la segunda parte de La Condomina. Fueron todos titulares, mientras que Escobar sacó a Esquerdo en el segundo tiempo. Tampoco acabaron juntos, pues el cafetero fue retirado a 10 minutos del final ante el UCAM Murcia.
No pudieron los cuatro repetir frente al Gimnàstic, puesto que el 19 ya no formó parte de la convocatoria. Luego, el cedido cayó lesionado y Dani Torres fue expulsado, por lo que únicamente Carles pudo jugar en Bahía Sur.
Ahora, la atención se centra en Hernández y Esquerdo. Todavía faltan cuatro días para recibir al segundo clasificado (domingo al mediodía), al invicto Atlético Baleares, aunque los dos tienen colgada la etiqueta de duda.
¿Cómo jugar con los cuatro?
A partir de ahí, con todos disponibles, será tarea de Escobar articular el Castellón en torno a ellos. Carles y Dani, por su perfil más completo, estarían en el eje. Si el almazorense coloca a Pablo y Vicente como interiores en un 4-4-2, prescindiría de extremos, sacrificando a Kialy Abdoul Koné, con el buen papel que está haciendo. Otra solución pasaría por el 4-2-3-1, bien con el castellonense, bien con el alicantino como enganche (el Mago, durante su carrera, ha jugado a menudo partiendo desde uno de los dos costados).
El caso es que superado el primer cuarto de la competición, la presencia de los cuatro a la vez se limita a la residual cifra del 4,3% del total de los minutos.
Castalia, como Escobar, ansía verlos también juntos, en uno de los principales reclamos y, a la vez, recursos de un Castellón que, a pesar de los pesares, ha sabido adaptarse a las circunstancias con un rendimiento creciente.
