Si algo llamó la atención a algunos de los aficionados que el pasado domingo presenciaron en directo el encuentro que enfrentó al Castellón contra Osasuna Promesas en el Estadio Castalia (2-0) fue, más allá de la nueva tienda y la animación previo al choque, el estado en el que se encontraba el verde del feudo de la capital de la Plana. A diferencia de los primeros partidos de liga, en los que el césped lucía como nunca, el hecho de que Castalia sea esta temporada el lugar habitual de entrenamiento del primer equipo ha llevado a un desgaste inusual que hizo que hubiera calvas y el terreno de juego se viera más seco de lo normal.

A priori, esta situación mejorará a partir del próximo mes de noviembre, que es cuando el club tiene previsto que el primer equipo retome los entrenamientos en las instalaciones de Marina d’Or en Orpesa, que es donde ha estado ejerciéndose en las últimas campañas precisamente para evitar que el césped de Castalia se tornara impracticable.

Cambio de planes

Este verano se tuvo que cambiar de planificación porque había que resembrar también las instalaciones de Orpesa y, al mismo tiempo, acondicionarlas para que el primer equipo pudiera estar más cómodo. Hasta allí se desplazaron algunos de los nuevos consejeros del Castellón, que vieron que se necesitaba invertir ya que tan solo había un par de barracones que hacían de almacén para el material que el equipo usaba en su día a día.

La idea inicial era poder regresar a Orpesa este mes de octubre, pero será presumiblemente en noviembre cuando los jugadores del Castellón empiecen a desplazarse hasta allí para entrenar y el césped de Castalia pueda empezar a descansar de tanto uso.

Así será la 'nueva' instalación

De hecho, este miércoles han empezado a instalarse unos nuevos módulos de última generación (serán unos 40 en total) y se irá llevando poco a poco el material. Habrá módulos que servirán de vestuarios, otros de gimnasio, algunos estarán reservados para zonas de trabajo e, incluso para sala de proyecciones. Esta solución será la que se irá tomando hasta que Bob Voulgaris y su grupo puedan encontrar otro lugar donde entrenar en condiciones y pensando en el futuro.