Las actuaciones para aminorar el impacto visual de la planta de bombeo de la depuradora de Peñíscola deberán esperar más de lo previsto. El lunes se pusieron unas vallas metálicas, pero el resto de elementos (la colocación de objetos ornamentales, paneles fotográficos y arbolado) siguen todavía pendientes.

Un trabajo que corría a cargo de la entidad pública de saneamiento de aguas residuales (EPSAR), y para la que se había pedido consejo al consistorio.

El concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, explicó que esta actuación se aplaza “al estar pendiente de una nueva licitación y no poderse incluir como una ampliación de las obras realizadas”. Por ello, no se espera que quede finalizada a lo largo de los próximos meses. “Llega la temporada alta turística y es absolutamente necesario acabar con esta obra”, afirmó el edil.

Además, la EPSAR tiene pendiente la conexión con la nueva planta de bombeo, ya que aún se hace uso de las instalaciones situadas en los bajos del antiguo edificio consistorial. H