Morella elige casarse por lo civil y la Iglesia asume el reto

Morella elige casarse por lo civil frente a los matrimonios por la Iglesia, tal como se extrae de las últimas estadísticas del Juzgado del municipio. Una tendencia que es extensible a otras localidades, pero que en la capital de Els Ports deja cifras curiosas como el 17 a 0 del pasado 2015 que endosaron las bodas civiles a las religiosas.

El juez de paz, Enrique Querol, es el encargado de recopilar estos datos. “Actualmente, muchos jóvenes optan por casarse sin pasar por el altar para arreglar los papeles y optar a facilidades de la Administración, es lo más rápido y cómodo para ellos”, explica.

El responsable del registro recuerda que el cambio comenzó a principios del siglo XXI. “Se dio permiso a los alcaldes para casar y eso animó a parejas a hacerlo así, venía hasta gente de fuera. En la localidad se dio el caso de que amigos o conocidos del anterior primer edil, Ximo Puig o, actualmente, de Rhamsés Ripollés o de algún otro concejal optan por hacerlo así para que presidan ellos las ceremonias”, asegura.

Remontándose más de 100 años, en 1900 las bodas religiosas tenían el monopolio y se registraron 79 en el municipio. Cincuenta años después bajaron a 39 y en 1990 se produjo el resultado del pasado año, pero favorable a la Iglesia, con un 17 a 0. Los últimos años, se ha revertido la situación. En el 2000, las católicas seguían dominando con un 15 a 2. Pero a partir del 2011, los casamientos civiles han ganado siempre, con la salvedad del 2013, destacando el 10 a 3 del 2014 y el resultado del pasado año para las civiles.

El párroco de la localidad, José Ángel Pitarch, asume el “reto” de aumentar las bodas religiosas, pero cree que los estos resultados, “son consecuencia de la sociedad actual; tampoco es que hayan más matrimonios, han ido bajando poco a poco y la gente se casa más por lo civil porque en algunos casos se hace por trámite”.

Este 2016, de momento, empatan a uno, pero las civiles cuentan ya con cinco bodas a celebrar. H