El párking y las reparaciones de coches y camiones en la explanada del matadero comarcal tienen las horas contadas. El pasado jueves, la junta de gobierno de Burriana aprobó el cese inmediato de la actividad que se desarrolla en los últimos meses en esta instalación. El gerente de la mercantil ya recibió una primera notificación y presentó alegaciones.

Los técnicos municipales no las han aceptado, por lo que esta práctica, a día de hoy, no se puede legalizar en dicho espacio. En cuanto se entregue la nueva resolución al responsable de la firma, deberá cumplirla de inmediato, indicaron fuentes consistoriales.

Tanto desde la Asociación de talleres de automoción de Burriana como desde la patronal provincial, Astrauto, se había alertado de las labores que se venían realizando en el interior del recinto y de que eran susceptibles de carecer de la pertinente licencia. La Policía Local se personó recientemente y realizó una acta de comprobación de lo que realmente sucedía en la zona acotada.

De manera paralela, el Ayuntamiento de Burriana ha iniciado este año 2018 los trámites pertinentes para que el suelo en el que se ubica pase de ser de dotacional público a privado con el fin de que el adjudicatario pueda, después, subarrendarlo.

El objeto con el que se creó la infraestructura era el de «desarrollar un proyecto de matadero industrial frigorífico, tecnológicamente avanzado, con instalaciones y procesos óptimos para procurar el mejor rendimiento cualitativo y cubriendo las expectativas del sector industrial cárnico». Ahora, se pretende hacerlo más atractivo, permitiendo nuevos usos complementarios.