La de la piscina del paraje de Sant Josep se ha convertido en otra de las concesiones problemáticas a las que tiene que hacer frente el tripartito de la Vall d’Uixó. Tras enterarse por el Partido Popular de que las instalaciones estaban cerradas en pleno mes de julio, el equipo de gobierno, que asegura que no había recibido ninguna notificación por parte de la empresa adjudicataria, ha iniciado los trámites «para abrir el procedimiento jurídico que le permita actuar de acuerdo a la ley tras el abandono unilateral», explicaron. Desde el consistorio que dirige Tania Baños apuntan precisamente a los populares, al recordar que «es la última concesión en marcha de las que se adjudicaron durante los gobiernos anteriores». La explotación de la piscina fue contratada en el 2014.

Ante este contratiempo, aseguran que actuarán «con la misma diligencia que en otras concesiones, defendiendo los intereses municipales y generales de los ciudadanos», en referencia clara a la liquidación de Vallpala o la renegociación con la firma Secopsa. Otra cosa distinta será si los trámites permitirán una reapertura este verano.