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MEDIO AMBIENTE

Los animalistas presionan pero no impiden la batida legal en el Desert

La federación de caza denuncia que se metieron en la zona e increparon al perrero

Los animalistas presionan pero no impiden la batida legal en el Desert

Un grupo de personas se manifestó este sábado durante la batida en el Desert de les Palmes, en Montornés (Benicàssim). A diferencia de lo que ocurrió en el viernes día 14 de febrero, en esta ocasión la cacería se pudo desarrollar.

Sin embargo, al final de la mañana se produjo una intrusión por parte de unos individuos dentro de la mancha de la batida, que comenzó a increpar e insultar al perrero (rehalero). La Guardia Civil identificó a todos ellos.

Desde el club de caza informaron que se lograron abatir 23 ejemplares y agradecieron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), la Guardia Civil de Benicàssim y la Policía Local que, ante las adversidades ocasionadas «por los radicales», tuvieron una actuación excepcional.

Desde la delegación provincial de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana informaron que esta próxima semana explicarán qué medidas adoptan.

"Manifestación pacífica"

Mientras, desde la asociación convocante, ProDesert, se indicó que fue una "manifestación pacífica" para la que se había pedido permiso y sostuvo que eran alrededor de medio centenar de personas que portaban pancartas, entre 20 y 25 según la federación. Subrayó que no están a favor de la forma como se están haciendo las cosas. Cuatro entidades de protección animal habían pedido medidas cautelares para su inmediata suspensión pidiendo optar siempre por métodos éticos de reducción de especies (previo informe científico que acredite que precisa de un control poblacional en función del número y con un censo real).

La federación de caza se querelló contra los animalistas que impidieron la celebración de la acción cinegética legal y autorizada, enmarcada dentro del plan de control poblacional del jabalí en el Desert, impulsado por la Conselleria de Agricultura.

En aquella ocasión, se introdujeron dentro de la mancha y tiraron petardos en un espacio protegido, además de obligar a suspender la acción. Esta era la última batida de las ocho que se habían autorizado por parte de la Conselleria de Medio Ambiente en este parque natural. La federación de caza ya advirtió de que las consecuencias de suspender de nuevo otra batida legal afectarían a toda la sociedad, recordando los daños millonarios a la agricultura y los accidentes de tráfico provocados por la superpoblación.

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