Ante el planteamiento de la Generalitat valenciana de establecer un cupo de visitantes para controlar el acceso al parque natural de la Serra d’Irta, cazadores y pescadores han manifestado su descontento e indignación ante una medida que consideran «errónea» y se posicionan al lado del Ayuntamiento de Peñíscola, que elevará una moción al próximo pleno solicitando al Consell el libre acceso de los vecinos de la localidad.

En el caso de los dos colectivos, argumentan que tanto el medio empleado para el posible control (microbuses), como el plazo en el que el Consell pretende instaurar las restricciones de acceso, suponen limitaciones que les afectan directamente. De hecho, desde el sector cinegético apuntan hacia la imposibilidad de llevar sus perros en el vehículo propuesto por la Generalitat, además de, como también recriminan los pescadores, no poder transportar los utensilios necesarios para desarrollar su afición (cañas, aperos o armas).

«Hay que tener en cuenta que las medidas que pretenden aplicar son para todo el año, cuando la saturación de visitantes en el parque únicamente se ha detectado en los meses de verano», apuntan desde los colectivos afectados.

Opinión de los propietarios de fincas

Si bien, en principio, la gestora del parque natural sí permitirá el acceso a los dueños de fincas, algunos de ellos valoran que debería ampliarse a los vecinos de la localidad. De esta forma, la propia agrupación de propietarios de los montes de Irta que, en su día y de forma altruista, en pro de la óptima conservación del espacio, aceptaron que la Generalitat regulase el espacio y fuera parque natural , temen que con la restricciones que propone el Consell les dificulte también mucho su vida cotidiana. «Al completarse el cupo de visitas, pueden quedar fuera nuestros familiares, allegados o amigos que vienen a pasar el día con nosotros», advierten.

Más allá de las divergencias sobre el criterio a seguir para controlar el acceso al parque --el gobierno autonómico quiere fijar un tope de visitas, algo que rechaza en absoluto Peñíscola--, otro aspecto que todavía falta por aclarar es qué administración se encargará de sufragar los costes de esas medidas encaminadas a evitar la saturación del entorno natural