El equipo de gobierno de Almassora, liderado por la alcaldesa Merche Galí, ya tiene listo el documento para los presupuestos municipales del 2022 y sobre el que mañana lunes informará a los diferentes grupos de la oposición.

Unas cuentas que este año aumentan un 23,3% respecto al ejercicio en curso, hasta superar los 43 millones de euros, y en la que destaca el fuerte incremento del capítulo de inversiones, que pasa de los 11,1 millones del 2021 a los 17,7 millones, lo que representa un crecimiento del 59,23%.

Un crecimiento que, en buena medida se fundamenta en las asignaciones a los grandes proyectos que, financiados a través del plan Edificant, se prevé acometer a lo largo del próximo ejercicio y que, en su conjunto, suman casi 10,2 millones, un 57% del total.

En este sentido, la mayor de las partidas corresponde a la construcción del colegio Ambaixador Beltrán, al que se destinan 4,6 millones de euros y que, a su vez, también corresponde a la mayor inversión del año. Y le siguen el IES Álvaro Falomir (3,3 millones), el CEIP Santa Quitèria (1,6) y la reforma del Cardenal Cisneros, por un importe de 537.000 euros.

Y, aunque las asignaciones para infraestructuras educativas se llevan la palma en el presupuesto de Almassora para el 2022, otras también destacan no solo por su importe, sino también porque empezarán a dar respuesta a largas reivindicaciones. Es el caso de la pantalla verde del Serrallo, para la que el consistorio reserva casi 1,5 millones que servirán para la adquisición de los terrenos necesarios para construir el parque.

Valoración

La alcaldesa de Almassora, Merche Galí; el concejal de Hacienda, Santiago Agutí (i); y el edil Javier Mollá, durante una de las reuniones para cerrar el presupuesto del 2022. MEDITERRÁNEO

La alcaldesa Galí califica el presupuesto del 2022 de «profundamente inversor, histórico y alejado de las previsiones que manejan ayuntamientos de nuestro tamaño gracias a la llegada de los Feder de la Unión Europea y el plan Edificant de la Generalitat .

Se tratan de unas cuentas, como apuntan desde el consistorio con un «escaso margen de maniobra», que se vincula en gran parte a las inversiones en centros educativos y las obras ligadas a los fondos europeos, que tienen que estar certificadas a 31 de diciembre del 2023. En esta línea, continuarán adelante los trabajos ya iniciados en los colegios Santa Quitèria y Ambaixador Beltrán, el Auditori Les Boqueres, la accesibilidad de Botànic Calduch o la renovación del Ateneu Jove para su conversión en centro juvenil y formativo accesible, entre otros.

Financiación de otras administraciones

Precisamente las subvenciones logradas de otras administraciones permiten multiplicar las cuentas sin subir impuestos. Así, el Ayuntamiento mantendrá el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en el 0,60%. Y en la misma línea, las ordenanzas fiscales recogerán bonificaciones en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) para las empresas que apuesten por la producción de energía renovable. 

Por su parte, el concejal de Hacienda, Santiago Agustí anuncia el incremento del fondo de contingencia para poder hacer frente a imprevistos, que pasará de los 154.151,61 euros del 2021 a los 161.683,37 euros. Por contra, los gastos financieros se reducirán de los 74.161,47 a los 59.315 euros.