¿QUIÉN NO CONOCE EUROSOL?
La cafetería Eurosol, regentada durante 47 años por la familia Bort, cierra sus puertas.
No quisiera terminar este capítulo de mi vida sin dar las gracias a todos aquellos y aquellas que habéis hecho posible este gran sueño.
Siendo yo una adolescente de 17 años mis padres Eladio Bort Trilles y Amalia Pérez Osona, personas muy trabajadoras y emprendedoras, comienzan la aventura de ocuparse de la regencia del bar Eurosol, tutelado en ese momento por la familia Gimeno. Era el año 1974.
Su profesionalidad y dedicación calaron en mí de tal modo que, desde bien joven, me ilusioné con la idea de continuar este proyecto tras su jubilación. Proyecto que no hubiera sido posible sin la colaboración de mi hermana, Susana, que se convirtió en la parte administrativa del negocio. Así pues, ambas combinamos con mucho esfuerzo, pero con gran ilusión, nuestros trabajos en el banco con los de la cafetería.
Años más tarde llegó el relevo de la tercera generación: mis hijos.
Mi hija Patricia que, con su trabajo incansable y su disciplina, se hizo cargo de las compras, ventas y personal; formando un armonioso tándem con su marido Agustín, persona muy servicial y con grandes habilidades sociales y tanto el uno como el otro supieron aplicar con esmero sus estudios de turismo a esta gran empresa.
Y mi hijo Vicente quien, con su destreza, simpatía y cordialidad; supo combinar su trabajo con el trabajo en el restaurante.
Y todo ello con una columna vertebral: nuestro querido Manolo.
A todos ellos, mi más preciado agradecimiento
¡Eurosol! Conocido en Castellón y provincia, se convirtió en el punto de referencia y encuentro de varias generaciones. Recuerdo, con el corazón encogido, a todos aquellos que al terminar sus bailes en la sala Bohío acababan la noche con nuestra típica limonada acompañada de la famosa tarta de manzana del francés. O de cómo amenizábamos las noches con música en directo, teniendo que renovar permisos constantemente para ampliar horarios debido a la gran afluencia.
¡Cuántas celebraciones de parejas, amigos y familias enteras han visto las paredes de este establecimiento con sus maravillosas vistas al mar!
Y ahora, llegado el final de esta fantasía hecha realidad, estimados clientes de estos 48 años, os digo adiós con mucha pena, pero con la esperanza de comenzar una etapa de mi vida más tranquila; y quiero daros las gracias encarecidamente por vuestra confianza, por vuestra fidelidad hasta en los peores momentos, como los de esta pandemia y, en definitiva, por haber formado parte de mi vida y de la de mi familia.
Un fuerte abrazo.
Familia Bort