Un enorme socavón hace la vida imposible en este pueblo de Castellón: "No podemos sacar el corcho ni recoger las aceitunas"

Ubicado en pleno parque natural de la Serra d’Espadà, Eslida registró hace casi un año, el 22 de marzo del 2022, 370 litros por metro cuadrado en 24 horas --según datos de la Aemet--, cifra histórica para este pequeño municipio de Castellón que no llega a 750 habitantes.

Unas lluvias torrenciales que provocaron un inusual aumento del caudal de la Rambla y desprendimientos en tramos de carretera que afectaron al acceso a la localidad, así como un gran socavón de 10 metros de largo por tres metros de profundidad en una de las pistas, que hoy continúa igual... casi un año después. 

Tras el temporal se llevaron a cabo con suma rapidez la adecuación de un buen número de pistas forestales que sufrieron desprendimientos, pero aún falta reparar la pista de la Font de la Figuera, que transcurre por el Barranc de l’Oret, que cruza por el GR y conduce hasta Aín, en la que el temporal provocó un socavón de tres metros de profundidad.

El Ayuntamiento solicitó ayuda a las administraciones para rehabilitarla, porque esa pista da acceso a toda una zona de gran valor medioambiental, como apuntó entonces la alcaldesa, Lucía Doñate.

Un año después todo sigue igual

"Si no reparan el socavón, no podemos sacar el corcho, ni acceder a las colmenas ni recoger las aceitunas"

«Hoy sigue todo igual», lamenta el teniente de alcalde, Vicente Doñate, quien denuncia que las ayudas «aún están por llegar». «Nosotros cuidamos la montaña y vivimos de la montaña y esto nos causa un gran perjuicio», asegura. 

Y es que el aprovechamiento del corcho se ha mantenido como una actividad fundamental en el desarrollo económico del municipio hasta la actualidad, con fábricas de manipulación, tratamiento del corcho y fabricación de tapones en activo, como se reitera en la web de territorios corcheros. También es importante la miel y la producción de aceite de oliva. «Pero si no reparan el socavón, no podemos sacar el corcho, ni acceder a las colmenas ni recolectar las aceitunas», concluye.