PP y Vox aprueban sus primeros presupuestos en las Corts

Los dos partidos que conforman el Consell sacan adelante sus primeras cuentas con los votos en contra de la oposición

PSPV y Compromís critican el descuadre de 500 millones por el déficit y los ingresos del sistema de financiación

Mazón y su Consell aplauden con los diputados del PP la aprobación de los presupuestos.

Mazón y su Consell aplauden con los diputados del PP la aprobación de los presupuestos. / JOSÉ CUÉLLAR / CORTS

Diego Aitor San José

Aplausos, choques de manos, abrazos y diputados en pie. PP y Vox han aprobado este miércoles los presupuestos para 2024, los primeros del Consell que preside Carlos Mazón. La escena que los últimos ocho años se vivió a finales de diciembre en la bancada de la izquierda, este miércoles ha cruzado el hemiciclo y se ha trasladado a los asientos de la derecha. Los 52 votos de los dos partidos que componen el ejecutivo autonómico han superado los 46 en contra de PSPV y Compromís y han validado unas cuentas que además de crecer un 4,5 % respecto a las últimas del Botànic sirven de argamasa para la coalición y de pulso con el Gobierno de España

El montante total de las cuentas asciende hasta los 29.732 millones de euros, 1.300 millones más que las que diseñó el ejecutivo de PSPV, Compromís y Unides Podem hace un año. En estas, destaca el aumento del coste de la deuda, que en estos presupuestos roza los 8.000 millones. Los servicios públicos básicos suben ligeramente —Sanidad marca su máximo— mientras los recortes se concentran en el capítulo de inversiones y en el sector público, donde se destinan en conjunto 1.000 millones menos.

La celebración de los dirigentes populares y voxistas sobre el parqué del hemiciclo (con el Consell presente, incluido Mazón con mascarilla, el único con derecho a voto) va mucho más allá de imprimir una cifra sobre un proyecto financiero. "Qué guay", se ha oído entre los parlamentarios populares novatos. Los presupuestos son la norma que marca las líneas de la acción política de un gobierno y PP y Vox han cumplido con este cometido sin apenas rasguños blindándose de la distancia de ambas formaciones en Madrid. Porque una cosa es la oposición y otra es el gobierno.

Esta unión la ha destacado el síndic del PPCV, Miguel Barrachina. "Estos presupuestos se han aprobado sin ningún contratiempo", ha señalado contraponiendo esto con lo ocurrido con el Botànic y dando las gracias a la síndica de Vox, Ana Vega. "Con una sola palabra de este grupo ha sido suficiente para pactarlo todo", ha añadido. "Esto es solamente el principio", ha indicado por su parte Vega quien ha hecho una intervención a modo de despedida. Su cargo pasará a su compañero José María Llanos. Al acabar, Mazón se ha levantado para abrazarla a pie de tribuna.

Menos conformes se han mostrado PSPV y Compromís que han votado en contra. "Hoy PP y Vox han votado sí a sus propias contradicciones, al sectarismo desmesurado y a un negacionismo que compromete a las futuras generaciones", ha señalado la síndica adjunta de Compromís, Aitana Mas mientras que José Muñoz, estrenándose como síndic, ha indicado que estos presupuestos y el gobierno de Mazón son "un paréntesis negro" y ha espetado a los suyos: "Tornarem".

Dudas con el déficit

Las líneas presupuestarias no solo han servido para apretar filas, sino también para remarcar el choque del Consell con el Gobierno que encabeza Pedro Sánchez, erigido como la principal diana del bipartito. En el último Consejo de Política Fiscal y Financiera, celebrada hace dos semanas, el Ministerio de Hacienda informó de que el objetivo de déficit de las autonomías para 2024 es del 0,1 %, dos décimas menos de lo señalado por el presupuesto elaborado por la consellera Ruth Merino, que se alza hasta el 0,3 %.

Mazón saluda a la síndica de Vox, Ana Vega.

Mazón saluda a la síndica de Vox, Ana Vega. / JOSÉ CUÉLLAR / CORTS

Estas dos décimas de más previstas por el ejecutivo autonómico son 290 millones de euros. A ellas se añade la previsión de recibir 200 millones de euros más del Estado de los que finalmente el Gobierno central ha informado que enviará a través del sistema de financiación. Este descuadre que podría llegar a los 500 millones de euros se ha convertido en un motivo más de pulso del Consell con el Gobierno central. Sin embargo, los presupuestos se han aprobado sin modificación alguna.

“Son ingresos fantasmas que no se van concretar”, señaló este miércoles el síndic de los socialistas, José Muñoz, que aseguró que esto “aboca a recortes” y a “aumentar la deuda”. Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís, Aitana Mas, pidió a PP y Vox “hacer un ejercicio de responsabilidad y rigor” y les recomendó “votar en contra de ese agujero de 500 millones”.

Pero ni las últimas críticas ni la votación de las enmiendas de la oposición que quedaban vivas cambiaron nada. Populares y voxistas exhibieron unidad y aprobaron un proyecto financiero del que aplaudieron que suponga un “récord de inversión social” y además baje impuesto para la ciudadanía. De hecho, el síndic del PPCV, Miguel Barrachina, ha defendido que son unos presupuestos “rigurosos” como, ha dicho, ya han reconocido las agencias de calificación internacional en referencia a que Standard and Poor's ha mejorado la calificación de riesgo de la Generalitat de estable a positiva. 

Sin choques internos

Más allá de los efectos de gestión que las cuentas tengan, políticamente la mayoría de PP y Vox sale reforzada. Bien sea porque todavía dura la luna de miel del pacto o porque la estrategia es evitar ruidos que salpiquen a la acción de gobierno, populares y voxistas han sacado adelante la principal ley anual sin choques de calado. Ni durante la negociación en el seno del ejecutivo ni posteriormente en su tramitación parlamentaria. O si las ha habido, las han sabido esconder y apenas se han hecho públicas, algo de lo que han presumido los socios en contraposición con el ya extinto Botànic. 

Las enmiendas las presentaron conjuntamente y sobre las más de 3.000 que ha propuesto la oposición, PP y Vox solo se han dividido en una decena de votaciones. Violencia machista, igualdad de género o la condonación de la deuda son los puntos donde se han notado las fricciones. En el global quedan unas cuentas donde Vox ha dejado su sello con una partida de 300.000 euros a festejos taurinos o eliminando las subvenciones a entidades que consideran "catalanistas" mientras que el PP destaca el recorte en el sector instrumental y el aumento de los servicios públicos fundamentales como la Sanidad, la Educación o la Dependencia.