PREVENCIÓN FORESTAL

El Consell avanza la campaña antiincendios al dispararse el riesgo en los últimos meses

La Conselleria de Justicia e Interior adelanta al 1 de abril la contratación de las unidades de refuerzo pese a que en febrero la anunció para el 1 de mayo

Uno de los últimos incendios, en Real, donde la sequedad del terreno y el viento complicaron la extinción.

Uno de los últimos incendios, en Real, donde la sequedad del terreno y el viento complicaron la extinción. / Perales Iborra

M. Mínguez Calabuig

La Conselleria de Justicia e Interior ha decidido avanzar al 1 de abril la contratación de las unidades de refuerzo del Servicio de Bomberos Forestales de la Generalitat Valenciana. Un adelanto respecto al anuncio que realizó, hace apenas un mes, la propia consellera Elisa Núñez (Vox) y que fijaba la fecha en el 1 de mayo. El cambio de fechas lo justifica el departamento de Núñez por el incremento de incendios registrados en las últimas semanas, así como la coincidencia con la Semana Santa y la Pascua.

A nadie se le escapa, tampoco, el malestar que venían mostrando los profesionales de la extinción con protestas desde hace semanas frente al Palau de la Generalitat. La última, este pasado martes. Desde la conselleria se apunta ahora que el Servicio de Bomberos Forestales se ampliará con las 16 unidades que conforman el refuerzo. El dispositivo, que se presentará el 26 de marzo, se extenderá por un período de seis meses. Se suman así a las 40 terrestres y seis helitransportadas que vienen operando durante todo el año.

Distribución

Los medios se distribuirán de la siguiente manera: once en Valencia (Pedralba, Gilet, Alzira, Zarra, Rótova, La Font de la Figuera, Villargordo del Cabriel, Los Isidros, Calles, Buñol y Enguera); tres en Castellón (Onda, Llucena y Altura); y dos en Alicante (Relleu y Guardamar del Segura). Un despliegue reprogramado en el tiempo y que según el departamento que dirige Elisa Núñez, «viene a confirmar su compromiso con el Servicio de Bomberos Forestales y la empresa Sgise (Sociedad Valenciana de Gestión Integral de Servicios de Emergencias)».

Los expertos vienen incidiendo desde hace meses en la necesidad de anticiparse tanto en las campañas antiincendios. La falta de precipitaciones, la concatenación de días con fuertes rachas de poniente y el calor ya estival que se espera para la próxima semana aconsejaban cambios en los calendarios hasta ahora implementados. No hay más que echar la vista atrás para recordar las temperaturas anómalas en otoño e invierno, las estaciones históricamente más frías y lluviosas del año. La Agencia Estatal de Meteorología de la Comunitat Valenciana confirmaba este pasado jueves el récord de registros de días cálidos en lo que va de este 2024. Una tendencia arrastrada desde 2023.

«Una bomba de relojería»

La consellera Núñez no dejaba escapar la ocasión para criticar las políticas puestas en marcha por el anterior gobierno del Botànic, al que señalaba como responsable de haber convertido el monte «en un polvorín lleno de combustible». E iba más lejos al hablar de «bomba de relojería, en la que la mínima chispa caída de una torre eléctrica, cualquier rayo de una tormenta seca, cualquier negligencia menor puede arrasar decenas de miles de hectáreas».

«El factor anticipación frente a los riesgos existentes es fundamental y, por tanto, hemos decidido adoptar todas estas medidas con el objetivo de reforzar un Servicio que entendemos primordial dada la situación actual», remarcaba en un comunicado de la Generalitat. Como se recordará, el Botànic puso en marcha la campaña el año pasado el 15 de abril.

Desestacionalización

La Plataforma Forestal Valenciana no deja de insistir en la desestacionalización de los incendios forestales, que en un contexto de emergencia climática son ya en cualquier época del año, y no en verano como era habitual. De hecho, los últimos grandes fuegos en territorio valenciano han sido en meses atípicos, como fue el de Villanueva de Viver en abril de 2023, que arrasó 5.000 hectáreas, y después en noviembre en Montitxelvo (2.500 hectáreas). Las últimas semanas han acabado por activar las alertas con numerosos conatos cuya extinción se complicó por las rachas de poniente.