Los menores afectados por violencia de género o desahucios tendrán prioridad para escoger colegio

El Consell ha aprobado este martes el decreto de libertad de elección de centro educativo, tal como había anunciado el día previo el president Carlos Mazón. La principal novedad de la norma, que entrará en vigor ya el próximo curso, es que se establece el distrito único, una figura que en la práctica permitirá a las familias escoger cualquier colegio o instituto de su municipio en lugar de tener que circunscribir la elección a los centros de su zona.

El sistema de admisión seguirá funcionando en base a una escala de puntos, en el que las familias que más méritos sumen tendrán prioridad para decidir el centro en el que matricular a su hijo. Pero se introducen varias modificaciones para beneficiar a las familias más desfavorecidas.

Una de las novedades que avanzó Mazón este lunes es que en esta baremación, las familias con rentas bajas sumarán el doble de puntos. También habrá bonificaciones para las que perciban la Renta Valenciana de Inclusión, así como para familias numerosas o monoparentales.

Según ha explicado el titular de Educación, José Antonio Rovira, quien ha comparecido junto a la portavoz del Ejecutivo autonómico, Ruth Merino, tras el pleno del Consell, también se contemplará por primera vez situaciones como el desahucio, un vacío legal desde hace años que por fin se cubre y en el cual prevalecerá el derecho a la educación del niño.

El decreto y su letra pequeña se publicará el miércoles, pero Rovira ha avanzado que los menores afectados por casos de desahucio, así como por situaciones de violencia de género, terrorismo u "otras causas de exclusión social acreditada" tendrán garantizado el acceso al centro que escojan al margen del sistema de puntos. Es decir, tienen plaza asegurada y una vez ubicados estos alumnos vulnerables se realizará la baremación de puntos del resto.

El conseller ha concretado también el cambio en las puntuaciones que contempla la nueva norma. Se mantienen los 15 puntos por cada uno de los hermanos o hermanas matriculados en el centro, así como el peso de la proximidad del colegio respecto a la residencia familiar.

En el caso de familias perceptoras de la Renta Valenciana de Inclusión, se dobla la puntuación de 3,5 puntos a 7. De igual modo, se aumenta la baremación por rentas bajas, siempre ligados al Iprem (un indicador de salario medio).

También crece el peso de tener a un padre, madre o tutor legal trabajando en el centro, que salta de 5 a 7 puntos. Lo mismo sucede con las familias numerosas y monoparentales, que pasan de recibir 5 a 7 puntos.

"Llevamos la libertad en la sangre"

Más allá de detalles, Rovira ha aprovechado su comparecencia para hacer una defensa política del decreto que promueve su conselleria. Según ha explicado, se ha guiado por los "tres criterios fundamentales" que se fijan en la ley orgánica educativa y a los que ha apelado el Consell Jurídic Consultiu: tener hermanos en el centro, la proximidad al domicilio y el criterio de renta.

Pero sobre todo, la "libertad", el concepto en el que más hincapié ha hecho Rovira. "Lo llevamos en la sangre", ha señalado tras recordar que es el principio que rije también la proposición de ley presentada por PP y Vox en las Corts.

"Pretendemos dar libertad a los padres y madres para elegir el centro de su ciudad que consideren mejor. Superando las limitaciones del anterior modelo. Ahora elegirán libremente el centro que se ajuste mejor a sus intereses y convicciones", ha indicado el titular de Educación.

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