El Atlético de Madrid es así. Capaz de realizar una exhibición ante los grandes (ganó a Barça y Villarreal y empató con el Madrid) y perder contra los pequeños. Pero la afición del pupas de la Liga ya está acostumbrada a estos altibajos, independientemente del inquilino del banquillo. Ahora está Abel, pero con Javier Aguirre también pasaba lo mismo.

En Palma, los rojiblancos volvieron a distanciarse de los puestos Champions después de fracasar ante un Mallorca que parece dejar atrás sus temores de descenso tras varias jornadas caminando sobre el alambre (llegó a ser colista).

El equipo de Manzano se la jugó con todo. Alineó a Jurado, jugador cedido por el Atlético y por el que tendrá que pagar 120.000 euros adicionales al darle minutos ante el equipo propietario de su ficha. Y la fuerte apuesta se alió con la fortuna en forma de lesiones, pues Antonio López (minuto 13) y Heitinga (este en el 46 tras sufrir un golpe en la cabeza) tuvieron que abandonar el terreno de juego en la primera parte, con los locales mandando en el marcador gracias al gol de Aduriz. En la reanudación, el árbitro anuló un tanto a Arango y Maxi envió un balón al poste, pero el marcador solo se movió al final, con el gol de Castro.