¿Sabes en qué conocido taller de Castelló trabajó el padre del piloto de Burriana Sergio García?

La familia García Dols afronta un fin de semana especial. El Mundial de motociclismo llega a su ecuador y el circuito de Spielberg (Austria), el centro de operaciones de KTM, acoge el 10º gran premio de la temporada. Una fecha que quedará grabada para siempre en la saga burrianense con dos protagonistas, los Sergio (padre e hijo). El piloto de Moto2, el mejor debutante del año en la categoría, que mantiene conversaciones con varios equipos después de que la falta de patrocinadores para garantizar la viabilidad económica deje en el aire la continuidad de la estructura de Sito Pons en 2024, intentará mantener la línea ascendente de las últimas carreras y acercarse a la lucha por el podio. El padre, por su parte, debuta en el campeonato del mundo como mecánico en Moto3. 

«Quién me lo iba a decir después de tanto tiempo metido en este mundo», destaca ilusionado el cabeza de familia. Y lo hace como técnico de confianza del suizo Noah Dettwiler, un joven de 18 años que estudia finanzas en Valencia y compagina su formación académica con la deportiva, pues pertenece al equipo de la Cuna de Campeones del circuito de Cheste que dirige Julián Miralles (57 años), otro valenciano que dejó huella en las cilindradas pequeñas entre finales de la década de los 80 y principios de los 90. Dettwiler tiene como representante a su cuñado, el suizo Thomas Lüthi (fue campeón del mundo de 125 y dos veces subcampeón de Moto2), y ha recibido una invitación para correr en Austria.

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Motos para Barreda

Sergio (hijo) no necesita presentación, ni tampoco el padre, pues lleva toda la vida entregado a su pasión, las motos. Pero claro, el paso del tiempo da más notoriedad a unos que a otros (siempre manda el presente), aunque eso no debería desmerecer su impecable trayectoria. De hecho, durante 10 años fue jefe de taller de Automoción Cano, junto a Honda Boluda, dos concesionarios que marcaron época en la provincia (vendían más motos que la Mustia rosquilletas en la calle Mayor de Castelló). Allí incluso preparó alguna Kawasaki para Joan Barreda cuando el de Torreblanca era un chavalín. Luego se montó su propio negocio en Burriana y creó su obra maestra, el equipo con el que su hijo ganó todas las competiciones de formación, hasta que en 2015, tras proclamarse campeón de España de 80cc, ingresó en la escuela Monlau, de donde han salido grandes campeones, entre ellos los hermanos Márquez.

Ese importante paso en la carrera del piloto significó tener que cerrar el equipo de casa. Y desde entonces, la prioridad de su creador, aunque ha continuado ayudando y colaborando con otros proyectos, siempre ha sido estar al lado de Sergio asesorándole y protegiéndole, renunciando a su labor de mecánico. Al principio de temporada la situación cambió. «Vi a Sergio más maduro y decidimos que era el momento para que su amigo Alejandro (se conocen desde la infancia) hiciera esa labor de hombre de confianza y yo fuera apartándome un poco. Luego salió esta oportunidad de volver a ejercer de mecánico con el equipo de la Cuna de Campeones y estoy disfrutando mucho», comenta el burrianense ante su estreno mundialista en Austria.

Eso sí, el mejor producto de su factoría ahora compite en Moto2 y está muy agradecido al gran culpable de su trayectoria. «A mi padre se lo debo todo. Gracias a él estoy donde estoy. Corro en motos por él. Lo ha hecho todo para que yo vaya cumpliendo mi sueño, que es llegar a MotoGP. Ha sido mi mecánico, mi asesor, hemos pasado todos los días juntos...», destaca orgulloso el joven piloto burrianense. 

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