Pablo Herrera: «He tenido lesiones, pero he podido recuperar el cuerpo»

Referente no ya del deporte español, sino mundial, cinco veces olímpico (y plata en Atenas 2004), el grauero Pablo Herrera Allepuz (29 de junio de 1982) buscará en París, ya con 42 años recién cumplidos, el brillante colofón a más de dos décadas en la élite del voley playa. El castellonense y el gaditano Adrián Gavira, a pesar de las lesiones, las enfermedades y de la pujanza de parejas más jóvenes que han hecho evolucionar esta atractiva disciplina deportiva, tienen bien encaminada una nueva presencia en unos Juegos, aunque les falta el esprint final.

¿Cómo se puede llegar a ser seis veces olímpico? 

Al final es que te respete el físico. Aunque, por desgracia, yo he tenido varias lesiones importantes de rodilla, he conseguido recuperar el cuerpo de la mejor forma posible, a base de trabajo. También es determinante seguir respetando al entrenador y al compañero; y continuar ilusionado por lo que haces: seguir jugando y compitiendo torneo a torneo.

¿Cómo están sus opciones de estar también en París 2024?

Cuentan los resultados desde enero del 2023 hasta junio del 2024. De todos los torneos que juegues, cogen tus mejores 12 resultados. Se clasifican 17 u 18 parejas por ránking y el resto, hasta llegar a 24, por el de cada continente, aunque con un máximo de dos parejas por país. Es decir, si hay tres brasileñas, para el ránking olímpico solo cuentan dos. Actualmente somos quintos en el ránking olímpico (estamos arriba por el triunfo en La Paz o el quinto puesto en Doha) y decimosegundos en el mundial. Lo más importante es el Mundial (del 6 al 15 de octubre, en Tlaxcala, México), que cuenta doble. Así que haciendo un buen resultado, encaminas mucho la clasificación, ya que el campeonato de Europa no puntuaba doble.

¿Cómo escogen el calendario que más les conviene?

Se hace una planificación junto al entrenador y vamos valorando. La gente más joven decide jugar todo lo que pueda. Nosotros, este año, hemos conseguido jugar bastante, quitando el parón que tuvimos por el dengue que cogió Adrián, cuando tuvimos que parar durante un mes y medio. Ahora vamos a la parte final del año. Empezamos en París, donde jugamos la previa del Elite16, que se disputa en la pista de Roland Garros. Y de ahí directos al Mundial.

¿Cómo les ha afectado la enfermedad que Gavira contrajo durante la gira brasileña, en mayo? 

En el último torneo ya vimos que estábamos haciéndolo bien, ya jugábamos de tú a tú contra los top del ránking. Creemos que el equipo ha vuelto ya, aunque es cierto que estuvimos cerca de dos meses sin jugar, entre el parón por la enfermedad y la recuperación. En el Europeo aún tuvimos secuelas, no conseguíamos jugar a un buen nivel. Pero en el Elite16 de Hamburgo [disputado del 16 al 20 de agosto] ya pasamos la previa y la fase de grupos para meternos en la pelea por las semifinales [cayeron en cuartos, por 2-1].

¿Cuál ha sido la evolución de la pareja? 

Nos hemos tenido que ir adaptando a la evolución del voley playa: ahora mismo se juega mucho más rápido. Hay muchas combinaciones: irte por detrás, hacer más rápida la contra... Antes era un voley playa más lento, mientras que ahora es igual que antes a nivel técnico, pero a una velocidad mucho mayor. En la arena nos hemos tenido que adaptar a hacer jugadas más rápidas.

¿De qué apoyo disponen?

Al ser un deporte minoritario, vivimos de las instituciones públicas. La Diputación de Castellón está detrás de muchos deportistas de la provincia, es increíble como fomenta el deporte: sin ella sería imposible viajar a todos los torneos. Además, hemos tenido la suerte de que el Proyecto Endavant del Villarreal ha respetado a los deportistas individuales: sin su apoyo, habría sido imposible recuperarme tan bien de mis lesiones. También el del Agora Internacional School, la Generalitat Valenciana y el Proyecto FER.