Baloncesto

Ricky Rubio: "El jugador de baloncesto se comió a la persona"

El base explicó los problemas de salud mental por los que ha pasado en su presentación como jugador azulgrana

El Barça presenta a Ricky Rubio

Video: Agencia Atlas / Foto: EFE

Jordi Grífol

"Volvemos a estar aquí". El dorsal 9 del Barça vuelve a ser de Ricky Rubio. El base de El Masnou, vestido con una sudadera gris y unos pantalones vaqueros azul claro, se sentó en un taburete, cogió el micrófono y se abrió por completo. Quiso ser el primero en hablar en su presentación oficial como jugador azulgrana, antes de que lo hicieran el presidente Joan Laporta y el directivo responsable de la sección Josep Cubells.

"El jugador de baloncesto se comió a la persona", admitió Rubio frente a un Auditori 1899 lleno, con el entrenador Roger Grimau y los jugadores Álex Abrines, Nico Laprovittola y Jabari Parker presentes. También, entre otros, el director general de la sección Juan Carlos Navarro y el asistente Víctor Sada, con quienes levantó la segunda Euroliga de la sección.

Estrés crónico

"He desarrollado un estrés crónico y necesitaba un tiempo para regularlo. Nunca le puse una etiqueta de depresión o trastorno de ansiedad. Quería entender por qué había llegado a ese punto y por qué me estaba pasando", detalló Rubio, que quiso explicar el proceso que le ha mantenido alejado de las pistas desde agosto del año pasado, cuando abandonó la concentración de la selección española antes del Mundial asiático.

Hubo dos factores que propiciaron sus problemas de salud mental"Ha habido un factor interno y uno externo. Había unos mecanismos que me habían llevado a jugar al más alto nivel, pero que no eran sostenibles aunque pensaba que sí. Ahora veo otra vía, con unos mecanismos sostenibles. Seré igual de exigente, pero de otra forma".

Rubio quiso agradecer que se respetara su privacidad durante todo el proceso de recuperación y el apoyo que le brindaron tanto la selección española como los Cleveland Cavaliers. "La Federación podía haberme empujado a seguir jugando y optó por pensar en la persona antes que el jugador", señaló el jugador, que volvió a la pista con la selección ante Letonia y Bélgica.

"Sentí que me tenía que alejar del baloncesto. No lo pude hacer en Cleveland, lo tenía que hacer en mi casa. No sabía quién era. Pasé mucho miedo, pero me han hecho ver que ese miedo se puede manejar. No es lo mismo tener miedo que tener nervios", puntualizó.

El baloncesto se había acabado

Llegó a pensar que el baloncesto se había acabado: "Desde el 1 de agosto, cada día que me despertaba, el baloncesto se había acabado. Había desaparecido la persona. Lo he aprendido, me he construido de dentro a fuera y es algo que cuesta muchísimo, pero que es muy gratificante".

Paseando por la montaña con su fisioterapeuta, quiso hablar de baloncesto de nuevo, tras varios meses sin querer saber nada de su deporte. Volvió a recuperar esa chispa. "Tras tres o cuatro meses empezamos a hablar de baloncesto por primera vez. Pensé que si volvía el gusanillo a los 50 o 45 ya no podría jugar; con 33 sí, así que decidí darle un nuevo chance al baloncesto", relató.

"Lo que pedí al Barça no era fácil"

A principios de febrero, Ricky Rubio le pidió al Barça de entrenar con ellos, sin compromiso. "Lo que pedí no era fácil, entrar en un club profesional en medio de una temporada y pidiendo unas condiciones no habituales... y lo aceptaron en todo momento. El vestuario me ha aceptado y me ha respetado, me ha tratado como uno más desde el inicio", comentó.

Tras el regreso a las pistas con la selección española, el partido de Euroliga del Barça este viernes ante el Mónaco en el Palau Blaugrana parecía el escenario de regreso con el Barça. Sin embargo, el base no jugó más de 13 minutos ante Bélgica por unas molestias en la rodilla. "No es nada grave, estoy ajustando la nave. Son seis meses sin jugar un partido. Hoy ha sido el día de la firma y estoy a disposición del staff. Llego a un equipo que va rodado, hay que ver cómo y cuándo entrar". Rubio le quiso quitar importancia a las molestias, aunque sigue sin querer poner fecha a su regreso.

"Me gustaría poder disfrutar, estar a gusto y controlar las cosas que pueda controlar. Quiero utilizar unos mecanismos sostenibles que me permitan disfrutar y aportar para ayudar a cumplir los objetivos del equipo", reiteraba Rubio sobre esa nueva manera de ver el baloncesto que, con la ayuda psicológica, ha descubierto. "No sé si alguien se va a enfadar por esto - aclaró - pero el baloncesto es un juego. He estado en la oscuridad, pero trabajando y con ayuda de profesionales se sale", concluyó.