En Benicarló tenían muchas ganas de Fallas. Y si ese anhelo ya quedó patente en la Crida, con la Cabalgata del Ninot de este sábado se ha confirmado de forma ostensible. Una riada de color, música y baile ha recorrido las calles más céntricas de la localidad con el animado pasacalle. La contención obligada generada por la pandemia ha quedado atrás para dar paso a todo un derroche de creatividad y exaltación de hermandad fallera con tintes carnavaleros.
Relacionadas
La Falla Els Cremats ha desfilado con una comitiva de cocineros y una bandada de pavos reales. Simulando un viaje a Venecia, los componentes de la Falla Benicarló han decidido convertirse en gondoleros, mientras que los del Grill se han decantado por la lucha entre el bien y el mal personificando a ángeles y demonios. En seres míticos y temibles se han inspirado los de La Carrasca y han emulado a Drácula y a los protagonistas de la saga Crepúsculo, vestidos de vampiros. Y también en otra película, Maléfica, ha encontrado su musa la Falla Mercat Vell. Els Conquistadors ha apostado por las cartas del póquer.
El mundo del circo ha llegado con La Barraca y sus payasos, y el Caduf con sus glamurosos mimos. El punto salvaje lo ha aportado la Paperina con un original safari con jirafas y exploradores.
Tampoco ha faltado la crítica sobre la actualidad local protagonizada por El Campanar, que ha desfilado como coches brigada y con la tranquilidad de saber que, si surgía alguna avería en el pasacalle, contaban con los mecánicos de Nou Barri para solventar la incidencia.