17.000 familias de Castellón no pueden pagar los gastos extra de luz y gas

La calefacción? Este invierno no vamos a ponerla. Tal y como está el gas y con mi marido en el paro es un lujo que no podemos permitirnos. Vamos en bata y he sacado dos viejas estufas que calientan el salón y la cocina. Nada más”. La frase la pronuncia Elena, una joven limpiadora con una niña de cinco años. Su caso no es único. Con temperaturas mínimas en Castellón que en las últimas semanas han sido inferiores a los cuatro grados, esta familia ha procurado aguantar y no poner aún los radiadores de gas. “El invierno pasado nos llegó una factura de gas de 300 euros y casi me da algo. Este año toca gastar menos”, comenta.

El hogar de Elena es un perfil propio de la llamada pobreza energética, un tipo de precariedad económica que está avanzando en Castellón y en el resto de España. Lo dicen las principales oenegés y lo corrobora el Institututo Nacional de Estadística (INE), que revela que el 7,4% de las familias de Castellón no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada. Y eso en términos absolutos significa que casi 17.000 hogares de la provincia tienen serias dificultades para pagar un extra en el recibo habitual del gas o de la luz. Hace cinco años eran casi 4.000 menos.

Que haya más hogares que no encienden la calefacción o que intenten ahorrar como sea en la factura de la luz o el gas se explica por la combinación de tres circunstancias: el deterioro en la renta de los hogares, la baja eficiencia energética de edificios y viviendas y la espectacular escalada en los costes de la energía, precios en buena medida regulados por la Administración.

Pero, ¿qué es la pobreza energética? La Asociación Española de Ciencias Ambientales (ACA) asegura que un hogar está en situación de pobreza energética cuando “es incapaz de pagar una cantidad de servicios de la energía suficiente para la satisfacción de sus necesidades domésticas y/o cuando se ve obligado a destinar una parte excesiva de sus ingresos mensuales a pagar las facturas energéticas”.

menos renta, más gastos // Que cada vez hay más familias que no pueden hacer frente a los recibos se entiende si se analizan los datos de la renta disponible de los hogares. En cuatro años, la renta anual media de las familias de Castellón ha descendido en 1.700 euros, mientras se encarecían la luz, el gas natural, el gas butano y el gasóleo de calefacción. También han subido otros recibos asociados a la vivienda e igualmente sometidos a regulación pública.

La Encuesta de Presupuestos Familiares, que también elabora el INE, deja patente como las familias de Castellón han ajustado o congelado su gasto en capítulos básicos donde los precios han evolucionado de manera más contenida, como la alimentación, la ropa o la telefonía, pero no han podido hacer lo mismo con la energía. Y no lo han hecho, fundamentalmente, porque en muy pocos años los precios han aumentado, y no poco.

La factura anual media de un hogar de Castellón por los suministros de luz, gas y otros combustibles era en 2007 de 689 euros. En 2012 llegó a los 1.051 euros (un 35% más) y la luz es la que se lleva la palma, pues el recibo acumula un encarecimiento del 65% desde que empezó la crisis económica. Así, y según los datos que manejan las principales organizaciones de consumidores, desde el 2007 la factura media de la luz ha subido en 404 euros al año. Así, en el mes de abril del 2007 el usuario medio pagaba 48,59 euros al mes (impuestos incluidos) por el recibo de la luz. Ahora, y tras los fuertes incrementos de los últimos años, la factura media en Castellón asciende a 82,29 euros, por lo que la subida acumulada supera el 65%. H