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LOS MUNICIPIOS tienen las manos atadas porque no pueden sumar más agentes a sus plantillas

Impotencia ante los robos

Piden que los equipos Roca de la Guardia Civil estén más dotados para actuar “como una verdadera policía rural”. Sindicatos agrarios y consistorios exigen más presencia policial y mayor coordinación para frenar a los ladrones

La oleada de robos en los campos castellonenses, que en las últimas semanas afecta especialmente a los pozos, se vive en el sector y los municipios afectados con mucha impotencia. Ni agricultores ni ayuntamientos tienen herramientas eficaces para responder a los ladrones, que en apenas 30 días han asaltado 23 instalaciones de riego de Nules, Betxí, la Vilavella y la Vall d’Uixó.

José Ramón Urbán, miembro de la ejecutiva de la Unió de Llauradors, apunta que la solución al problema es “compleja” y que requiere tanto de intervenciones cuantitativas --más presencia policial-- como cualitativas. Tanto los sindicatos de labradores como los alcaldes señalan que los grupos Roca sirven como elemento disuasorio cuando se producen oleadas de robos, pero que van a remolque de los cacos. Es por ello que piden más agentes para una unidad que en Castellón tiene tres equipos de los 13 que funcionan en toda la Comunitat.

CAMBIOS // “Los campos están muy abandonados y los ladrones se lo llevan todo: mobiliario de las casetas y alquerías, cobre de los pozos y contadores... Parece evidente que falta policía”, opina Urbán. A nivel cualitativo, la Unió solicita dotar mejor a los equipos Roca y convertirlos en “una policía rural de verdad, que esté familiarizada con los caminos y la realidad del campo”, añade.

En el caso de los robos de fruta, en la reunión que el martes se produjo en Valencia, y a la que asistieron todos los actores implicados --incluidos los diferentes estamentos judiciales--, se hizo hincapié en la vigilancia a los almacenes, pues “son los que compran el producto robado”. “Es mucho más fácil esta solución que poner un policía en cada explotación”, resumen desde la propia Unió de Llauradors.

MANOS ATADAS // La mayoría de municipios carece de instrumentos para hacer frente a los robos. La ley de racionalización y sostenibilidad de la administración local, que vigila de cerca sus presupuestos, impide a los consistorios ampliar las plantillas actuales.

Así lo denuncia, entre otros, el alcalde de Nules, David García, al que la Subdelegación del Gobierno impide convocar plazas de policía para patrullar por el término municipal. “Hasta el 2017, cuando vuelvan a revisar si cumplimos los requisitos de estabilidad, será difícil actuar”, dice García. Alcaldes de pueblos más pequeños, como Betxí o la Vilavella, piden más presencia y coordinación entre los cuerpos. H

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