Síguenos en redes sociales:

el pacto se suma a otras afecciones, como el de marruecos o el veto de rusia

El sector alerta de que Sudáfrica puede reducir la cifra de collidors

UGT denuncia que un recolector sudafricano cobra «200 euros al mes». El acuerdo comercial de la UE y esta zona entró en vigor ayer mismo

El sector alerta de que Sudáfrica puede reducir la cifra de collidors

El sector citrícola castellonense alerta de una nueva afección por culpa de la ampliación del plazo de la Unión Europea para importar cítricos de Sudáfrica: puede reducir la contratación de collidors. Lo asegura el responsable de naranja de la ejecutiva de la Unió, José Ramón Urbán, debido a que, al situar menos fruta autóctona en los lineales, y por lo tanto recolectar menos, será necesaria menos mano de obra. «El tratado con Sudáfrica nos está perjudicando mucho, tanto a productores como a quienes van a jornal», apunta Urbán.

Desde los sindicatos todavía no han cuantificado si esto será así, señalaron ayer varias fuentes de Fica-UGT-PV a este diario. Eso sí, la secretaria del sector agrario y manipulado hortofrutícola del sindicato, Delia García, reconoce que, aunque no creen «que vaya a haber menos trabajo» por ello, sí les «preocupa». El motivo es que la fruta que llega de Sudáfrica se recolecta «con unas condiciones laborales y fitosanitarias diferentes». Tanto es así que un collidor de aquel país «cobra unos 200 euros mensuales». Esta competencia desigual «puede acabar de desregularizar el sector», indica García.

todos en contra // Esta es una afección más a un acuerdo entre la Unión Europea y Sudáfrica (además de otros cuatro estados de la zona que no producen cítricos) que ayer entró ya en vigor y que prorroga el plazo de los envíos del 15 de octubre al 30 de noviembre. Por ello, nadie en el sector ve bien la medida. El presidente de Asociex, Jorge García, ya alertó en estas páginas que el impacto en la fruta autóctona puede ser «brutal». Algo que la Unió cifró en 22 millones de euros para Castellón y en 126 para la Comunitat en global. Y ello sin tener en cuenta la afección a la clemenules por la posible reducción de las cotizaciones que sufra esta variedad.

También José Francisco Nebot, de Fepac, y Cristóbal Aguado, de AVA-Asaja, alertaron ayer de los perjuicios del tratado, que desde la Comisión Europea trataron de minimizar al señalar que la liberalización será «por un periodo de 10 años», no de forma indefinida, y porque existe «una cláusula de salvaguardia» que permitiría actuar a la Unión Europea «si caen mucho los precios».

tercer golpe // De lo que no habló la Comisión es de que el acuerdo con Sudáfrica es el tercer golpe que, en pocos años, recibe la agricultura castellonense, valenciana y estatal por culpa de ella. En el 2012 la UE y Marruecos llegaron a un acuerdo para liberalizar los envíos de naranjas y aumentar el contingente de clementinas procedentes del país alauí. En el 2015 el Tribunal de Justicia de la UE consideró nulo el tratado, pero ahora el Ejecutivo europeo acaba de pedir que se anule la sentencia. Y en el 2014, el contraataque de Rusia por las sanciones de Europa motivó un veto a la exportación de productos agroalimentarios que todavía hoy sufre el campo. Por ello, Nebot concluye: «No sé para qué vale la Unión Europea». H

Pulsa para ver más contenido para ti