Castellón exige tecnificación a la última en los estudios de Formación Profesional (FP) cara a dar salida a las necesidades 4.0 de los sectores vinculados a cada una de las familias, desde Mecatrónica a Automoción, Turismo, Madera o Química en un 2019 que se ha definido ya como el Año de la FP en la Comunitat. Y lo hace mientras la Conselleria de Educación gesta con los municipios el nuevo Mapa de la FP valenciana, comarcalizado. Más de 35.000 personas se interesaron por estos estudios en una gran feria celebrada la pasada semana en la Ciutat de les Arts i les Ciències de València, con Castellón en primera línea, y los ciclos tiraron de la alta empleabilidad para venderse al nuevo alumnado que salta de la ESO, el Bachillerato o, cada vez más, desde la universidad.

Institutos y empresas piden que los estudios, los que vengan y los que ya se imparten, estén pegados a la realidad, y miren más allá, adelantándose a las necesidades de los sectores que atienden. Por ejemplo, los talleres mecánicos reclaman más personal cualificado en mecanismos híbridos, en automatización o dispositivos electrónicos para diagnosis, además de tener, claro está, la lección aprendida en motores o mecánica tradicional, como explica Pepe Verchili, coordinador del departamento de Automoción del IES Politècnic de Castellón. «Hay traspasos entre familias afines, como de electrónica y electricidad a automoción o maquinaria industrial, se buscan titulaciones más flexibles, dinámicas y transversales», según el director, Ricardo Arnau.

En agenda, cara a la industria petroquímica o el puerto de Castellón, quedan vehículos pesados e industriales o mantenimiento de embarcaciones.

APOYOS NECESARIOS

Desde el IES Vicent Castell, donde se imparte este año la titulación estrella de Química Industrial, la jefa de estudios de Ciclos, Mª Jesús Villarroya, explica que «hay que estar a la última, y el profesorado está muy implicado para reciclarse, en esta y en otras muchas titulaciones, y, donde no llegan las infraestructuras, llegan los convenios necesarios con la Universitat Jaume I o con las empresas del Serrallo, sobre todo BP y UBE, muy involucradas, en nuestro caso».

La falta de medios es, precisamente, la piedra en el zapato de los ciclos más técnicos, que tiran de la alta empleabilidad, del paro cero incluso, para venderse a los nuevos alumnos, en un curso en el que las instituciones se han volcado con los ciclos; pero sin aportar nuevos recursos más allá de las vitaminas inyectadas este año por la Conselleria de Educación, con una licitación de 4,3 millones para modernizar los equipos de hasta nueve familias profesionales.

Aún así, todos los centros coinciden en el diagnóstico: «Faltan medios, vamos desfasados en tecnología, pero se suple con motivación del IES y los sectores».