En cada rincón de la provincia se vive con preocupación en qué medida la crisis sanitaria del covid-19 va a permitir regresar a la normalidad anterior a la pandemia. Pero es especialmente en las zonas más turísticas de Castellón donde la incertidumbre crece con la llegada inminente del verano. Brígida Isach regenta en Moncofa un quiosco que incrementa notablemente su actividad durante el periodo estival, con la llegada de turistas de toda España y especialmente de vecinos de municipios cercanos que tienen su segunda residencia en el distrito costero de la localidad de la Plana Baixa.

«En estos momentos no sabemos muy bien lo que nos va a deparar el verano, pero las expectativas no son demasiado optimistas», explica Brígida. El funcionar como estanco ha ayudado a aguantar el tipo en estas difíciles semanas de estado de alarma y compensa el cierre de la actividad de loterías y apuestas del Estado. «Esperamos que esta semana digan algo al respecto», añade.

Un servicio esencial

Y, por supuesto, la venta de prensa escrita ha sido el otro baluarte sobre el que se ha sostenido el negocio durante la crisis. «No es fácil sobrellevar la situación, ya que el volumen de ventas ha bajado notablemente, pero sí es cierto que los periódicos son de los pocos productos que han aguantado bastante bien», explica Brígida, que ha mantenido abierto el quiosco desde el primer día del estado de alarma para ofrecer a sus clientes el servicio esencial de la información.

Eso sí, aunque hasta ahora tanto ella como la empleada que la ayuda en la gestión —tiene una tercera que «actualmente está de baja médica»— añadían un par de horas por la tarde al periodo de apertura matinal, en los últimos días Brígida ha decidido acotar su horario de nueve de la mañana a dos de la tarde. «A pesar del alivio del confinamiento y de que se ve más gente, la cosa está bastante parada por la tarde. La gente que busca la prensa lo hace por las mañanas», argumenta Brígida, que como el resto de los negocios del sector tienen en las medidas de seguridad para evitar posibles contagios una de las grandes prioridades.

Medidas de seguridad

En el Quiosco Brígida, situado en la avenida del Puerto de la playa de Moncofa, aparte de la desinfección prácticamente sin pausa de las zonas más propensas a ser manipuladas por clientes, se mantiene a rajatabla la distancia de seguridad. Su propietaria, así como su ayudante en el establecimiento, han cambiado las típicas mascarillas textiles por unas integrales de material transparente para minimizar riesgos.