Hay que

La moción de censura a Pedro Sánchez impulsada por Vox ha fracasado estrepitosamente. 298 noes ha recibido Santiago Abascal a su intento de dinamitar el Gobierno liderado por el PSOE. Se ha quedado solo en su empeño por desestabilizar el país y pisotear la voluntad de la ciudadanía. Ha sido un duro golpe para la ultraderecha y, por primera vez desde que Vox irrumpiera en la escena política, el PP ha abandonado la deriva en la que estaba inmerso y se ha comportado en la línea de otros partidos homólogos europeos. Ojalá los populares hubieran demostrado sentido de Estado antes, en lugar de mimetizarse y aliarse para gobernar en varias autonomías con quienes defienden posiciones autoritarias y anacrónicas.

298 noes . Es la moción de censura con más respaldo al Gobierno de la historia. Con la fuerza del parlamento, una iniciativa destructiva ha servido para construir un cortafuego a la exaltación y la intolerancia y reforzar al Ejecutivo. Se ha visibilizado la falta de proyecto de la ultraderecha o, mejor dicho, se ha puesto de manifiesto que su único proyecto es la división. En un momento tan complejo y crítico como el actual lo último que necesita la ciudadanía es crispación. La política debe ser útil para la vida de las personas, debe dar respuesta a sus problemas y poner el interés general por encima de cualquier otra consideración.

298 noes son la expresión democrática del hartazgo hacia la política de confrontación y fake news . Estamos haciendo frente a la segunda ola de la pandemia, y mientras el Gobierno trabaja para poner en marcha medidas sanitarias, sociales y económicas que respondan a la crisis, Vox pierde el tiempo en iniciativas fallidas tratando de sostener una idea de país en el que no cabe nadie que no sea como ellos.

298 noes representan la derrota política, pero también moral, de quienes se autoproclaman salvadores del país mientras alientan la división. De tanto dividir se han quedado solos en la ecuación.

Espero que la rectificación del rumbo del PP de Casado respecto a la ultraderecha tenga ecos también a nivel local y los populares atemperen sus posiciones, a menudo muy próximas, cuando no idénticas, a las defendidas por el partido de Abascal.

Castelló, como el conjunto de España, está atravesando una situación inédita y los vecinos y vecinas necesitan que los representantes políticos actuemos con responsabilidad y altura de miras. La política no puede ser el problema, la política ha de ser la solución. Puede que nunca antes como ahora haya sido tan evidente el poder de lo público, la importancia de un estado del bienestar fuerte y sólido. Y en ese camino debemos encontrarnos todas las fuerzas políticas. Dar respuesta a las necesidades derivadas de la emergencia es la prioridad ahora. Contener la pandemia es el objetivo que todos deberíamos compartir. La ciudadanía ya ha dado ejemplo con su esfuerzo diario para plantar cara al coronavirus: desde los sanitarios hasta las cuidadoras y maestras, el personal de transportes, limpieza, supermercados, hostelería…

298 noes son un sí alto y claro a continuar trabajando para salir de esta sumando esfuerzos. H

*Alcaldesa de Castelló