No corren buenos tiempos para Belén Esteban. Desde que la ex de Jesulín y madre de Andrea, también hija del torero casado con la castellonense María José Campanario, protagonizó el percance en el plató de 'Sálvame' en el que se rompió la tibia y el peroné, la televisiva no levanta cabeza.

Fue el 25 de abril cuando Belén Esteban sufría una caída al emular a los concursantes de Supervivientes. El resultado, rotura de tibia y peroné en directo, ante las caras de alarma de todos los participantes en ese programa. Los peores pronósticos se confirmaron tras la visita de la Esteban a un centro hospitalario: tenía que pasar por el quirófano.

Belén Esteban ingresó el 28 de abril en el Hospital de La Luz, en la capital de España, para ser operada. Belén llegó oculta con una manta para evitar que los fotógrafos y cámaras presentes pudieran captar ninguna imagen suya en tan difíciles circunstancias y, por encima de todo, sin previo paso por 'taquilla'. Su marido Miguel Marcos, su gran apoyo, la acompañó y la consoló en los momentos más dolorosos.

Belén Esteban, oculta bajo una manta, ingresa en el hospital Ep

Pero ese día no recibió buenas noticias. La escayola había provocado ulceraciones y heridas en la zona lesionada, lo que imposibilitaba que Belén Esteban pasara por el quirófano. La diabetes que sufre la colaboradora de 'Sálvame' aconsejaba que se curaran primero esas heridas antes de ser intervenida.

Ya recuperada, Belén Esteban vuelve al hospital para entrar, ahora sí, en el quirófano este viernes . Este jueves ha vuelto a evitar dejarse ver en su entrada al centro hospitalario, en el que ha ingresado, según los testigos, visiblemente nerviosa, en ambulancia y evitando la puerta principal, a través del párking.