Trabajar y trabajar

No hay fórmula mágica para conseguir los mejores resultados más allá de trabajar y trabajar. No hay milagro detrás de este 2022 que el Ayuntamiento de Almassora cerrará con el mejor dato en inversión pública de su historia. Sin subir impuestos. Sin dilapidar recursos. Con el presupuesto de 2023 que aprobaremos en menos de una semana listo para activarse en cuanto comience el nuevo año.

No hay tiempo que perder porque el que viene será el año en que Almassora deje de tener barracones en los colegios de Infantil y Primaria. Lejos queda aquel 2006 en que las prefabricadas del Regina Violant llegaron para ser provisionales. Y luego las del Santa Quitèria. Pero lo cierto es que no será hasta el año que viene cuando los más pequeños estudien en todos los colegios de verdad. Esa es nuestra apuesta. Y muestra de ello es que 2023 será el año del inicio de las obras del IES Álvaro Falomir, donde quedarán las últimas prefabricadas de nuestro pueblo hasta que finalice esa renovación histórica por más de 15 millones de euros.

No ha sido nada fácil conseguir en este 2022 la compra de terrenos para la pantalla acústica del Serrallo, acabar el Trinquet Antoniet, ultimar el Auditori Les Boqueres, estrenar el colegio Riu Millars, abrir el entorno del Santa Quitèria, licitar las obras del mirador junto a la ermita, sustituir el viejo alumbrado de la playa por leds, inaugurar el Casal Jove, activar los primeros cargadores de patinetes eléctricos, obrar en Pío XII, Corell y avenida Castelló...

Fondos 'Next Generation'

De la parálisis que sufría Almassora con inversiones ridículas a ser motor económico para las empresas, garantizando así la pervivencia de sus plantillas en un momento de incertidumbre en los mercados y un resultado más que evidente en la transformación de nuestro municipio. Las últimas buenas noticias las recibimos esta semana: la Generalitat nos concede 200.000 euros de subvención para el cambio de césped de Pesudo y los fondos Next Generation pagarán 3,8 millones para renovar el barrio de Boqueras.

Los que perdíamos subvenciones alcanzamos cifras inéditas en el Ayuntamiento de Almassora y energía para continuar transformando una ciudad que se había quedado a la cola de las inversiones y a la cabeza de colegios en barracones. Solo es cuestión de trabajar y trabajar.

Alcaldessa d’Almassora

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