CON LAS OREJAS TIESAS

Que la burocracia no sea un freno

Juan Lozoya

Juan Lozoya

Este comienzo de 2023 se nos presenta con una coyuntura complicadilla, por decirlo suavemente. Tanto el Gobierno como la Generalitat valenciana andan articulando medidas para rebajar un poco la carga que están asumiendo las familias y las empresas con el aumento disparado del último año tanto en lo que se refiere a la energía como a la lista básica de la compra, con hasta un 15% de aumento en los alimentos según el último dato del IPC.

Estas ayudas ya veremos si son más o menos útiles para el ciudadano de a pie, o si serán más o menos rentables a nivel electoral. No nos olvidemos que el 28 de mayo tenemos cita con las urnas. Ante esta situación delicada y de incertidumbre las administraciones públicas se centran en estas ayudas económicas y fiscales. Sin embargo, siguen dejando de lado otras medidas que realmente pueden ayudar a las familias y, sobre todo, a las empresas, a ser más eficientes y mejorar sus opciones de futuro.

Retrasos injustificados

Conozco muchos, pero que muchos, proyectos industriales y urbanísticos que se han ido por el sumidero por culpa de las interminables trabas burocráticas y de los retrasos injustificados en su tramitación.

Créanme, sé de lo que les hablo, porque estuve trabajando ocho años en la Diputación y conocí muchos funcionarios y funcionarias más que eficientes, y algunos, y algunas, un poco menos. Y sé que con buena voluntad cuesta mucho avanzar en los trámites oficiales, así que imagínense si no hay tan buena voluntad de colaborar.

Por eso es de justicia que el Ayuntamiento de Burriana haya aprobado una prórroga para el proyecto de Sant Gregori, que está llamado a ser un motor de futuro para muchas familias de la ciudad. De esa forma compensa algunas injusticias.

Esperemos que, a partir de ahora, todos remen en el consistorio burrianense en la misma dirección.

Periodista

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