La firma del director

Verdades que no alivian

Ángel Báez

La semana económica que culmina hoy en Castellón ha venido marcada por la primera y muy esperada visita a la capital de la Plana de la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. La número dos del gobierno de Sánchez expuso durante su intervención en la XIII Jornada PortCastelló-Mediterráneo toda la serie de ayudas que desde el Ejecutivo ha venido aprobando con el fin de sortear las embestidas de una inflación desbordada a consecuencia del incremento de los precios de energía y las materias primas.

En su exposición, nada que objetar en cuanto al rigor. Así, no podrá sostenerse que el Gobierno tiene los brazos cruzados ante la que se le ha venido encima, pero no cabe duda que sectores como la cerámica abrigaban la esperanza de que, tras el power point de los argumentos se escondiera un anuncio que satisfaciera a una industria que, hoy en día, arrastra miles de trabajadores en ERTE y tacha de insuficientes unas ayudas que están lejos de sus legítimas aspiraciones.

Verdades, sí, pero que no alivian cuando competidores europeos disfrutan desde hace meses de ventajosas iniciativas de sus respectivos gobiernos. Es el caso de Italia, principalmente, además de Portugal o los topes al precio del gas implantados en Alemania, como el propio conseller Arcadi España recordó a la ministra durante su intervención previa. La visita de la vicepresidenta -- todo un gesto hacia un sector muy damnificado por la crisis-- ha quedado, de este modo, lejos de ser el bálsamo que muchos esperaban.

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