Nuestras joyas de la Corona

Hay elementos indispensables en un territorio que, por lo que representan para su sostén socioeconómico, los convierten en auténticas joyas de la Corona. Y Castellón no es una excepción. Existen entidades que son claves para algo tan básico como es el mantenimiento del bienestar o el legítimo derecho que tenemos todos en la búsqueda constante de la mejora.

Esta semana hemos sido testigos del trigésimo aniversario de la Fundación Universitat Empresa, lo que representa un auténtico cordón umbilical entre lo que se cuece en el campus y el tejido económico provincial. La UJI, pese a su juventud, es hoy por méritos propios uno de esos elementos imprescindibles como lo es el puerto de Castellón, el aeropuerto o las arterias principales que recorren de norte a sur el mapa provincial de carreteras. Y junto a estos tesoros, un sector de la cerámica que hoy nada en la incertidumbre más espesa a consecuencia del elevado coste del gas mientras cuece a fuego lento los compromisos incumplidos.

Más en el interior de nuestra provincia, una joya de la corona ha sido durante décadas la empresa Marie Claire, una compañía anclada en una de las comarcas del Castellón vaciado. Hoy la firma que fue referente nacional en el textil consume sus últimas horas en medio de la estupefacción general y la profunda preocupación de quienes ven peligrar sus puestos de trabajo. La extinción de la actividad de esta empresa es hoy un monumental varapalo por ser parte de ese ajuar precioso que tanto apreciamos.

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