112: Inútiles Emergencias

La noche del sábado 1 de julio de 2023 a la 1.34 de la madrugada se llama al 112 desde Valencia, con lo cual se supone que contestan desde el centro de coordinación de emergencias autonómicas ubicado en la Eliana. A una persona recién operada, mientras duerme, se le abre la herida y empieza a sangrar mucho. Se trata de taponar la hemorragia con toallas que se empapan rápidamente. El afectado, por la impresión, se desmaya, sigue sangrando y está inconsciente, lo mejor será pedir una ambulancia. Se llama al 112, con bastantes nervios, coge el teléfono una mujer que pide todos los datos y dice que lo pasa al servicio sanitario para hablar con un médico. Se le transmite la urgencia, persona inconsciente desangrándose, dice que el servicio está ocupado y que ya nos llamarán. Se le vuelve a insistir en que lo que hace falta es una ambulancia, dice que ella no manda ambulancias y que ya llamará el servicio médico. Se le vuelve a insistir alzando la voz, la situación es grave y urgente, responde en mal tono y corta.

Ni humanidad, ni empatía, ni profesionalidad, una absoluta inútil en cuyas manos puede estar la vida o la muerte, lo que parece darle igual. ¿Para qué sirve entonces el 112? Se lleva al herido en coche a urgencias, donde directamente, ante la gravedad del asunto, lo atienden. A las 2.44, una hora y diez minutos después, llama otra mujer preguntando qué pasa. Se le explica y dice que a ella le acaban de avisar. O miente o mayor negligencia no cabe. Si fuera por ellos podría haberse desangrado. Esta individua, a la que la llamada grabada y la hora exacta permiten identificar, debería responder por su ineptitud, que podría haberle costado la vida a una persona, aunque a ella le importe un pito.

Notario y doctor en Derecho

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