LA RUEDA

Comparen

Vicent Zaragoza

Vicent Zaragoza

Querid@ lector/a, Felipe González ha abierto el pico sobre el PSOE y sus palabras ocupan los medios. Pero reconozco, a pesar de que nunca fue un ideólogo ni un estadista, que tiene la experiencia de haber dirigido un gran partido, ganar elecciones, presidir gobiernos, pulular por la UE... Circunstancias que reclaman el derecho de ser escuchado y pensado. De todas formas no me gusta su estilo, su forma de ejercer la política. Pienso que pontificar como Dios desde fuera del partido y del compromiso cotidiano, criticar siempre al PSOE y sus políticas sin aportar análisis de la situación ni soluciones a debatir… no es la forma de aprovechar su saber ni de que surja algo constructivo en beneficio del PSOE y de la sociedad. Incluso peor aún, en estas últimas declaraciones, en las que habla de Puigdemont, de la amnistía y las negociaciones por la presidencia del gobierno para el PSOE y Pedro Sánchez, cuestiona la validez electoral y política del actual PSOE. Y eso lo hace en un país donde no existen mayorías absolutas, con necesidad de complicadas alianzas y con una derecha, la de siempre, que nunca asumió plenamente la democracia ni el contrato social y político del Estado de derecho y, ahora, está llevando al gobierno de las instituciones a la extrema involucionista.

Prudencia

La cuestión, y ahí está lo que marca la diferencia en el talante y en la utilidad social de un político, es que las mismas preguntas que le hicieron a Felipe González se las presentaron a Salvador Illa, al primer secretario de los socialistas catalanes y, este, lejos de la actitud de soberbia y de ofensa que manifiesta González contra Sánchez y la cúpula del PSOE, se limitó a decirle a la prensa que al estar la negociación en proceso reclama a todos prudencia y, de forma especial a Puigdemont, porque no debe hablar en nombre de una Cataluña plural al tener pocos votos y no representarla a toda. Al tiempo advirtió que en el marco de la Constitución y sin caer en la ingenuidad harán propuestas valientes porque la convivencia lo necesita. Comparen.

Analista político

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