A fondo

Mazón, PP y Vox: 100 días sin proyecto

En la Vall hemos desmentido el mito de que la derecha gestione mejor la economía

TANIA Baños*

La eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, primera medida de Mazón en el Consell. Este fue uno de los primeros titulares del nuevo gobierno valenciano de PP y Vox. Lo que no decía es que el 95% de la población ya no lo pagaba con Ximo Puig de presidente. Solo lo pagaban las grandes fortunas. Las mismas a las que ahora PP y Vox les perdonan 350 millones de euros, mientras Mazón anuncia unos próximos presupuestos autonómicos «muy duros».

Estas declaraciones avanzan que, como siempre que gobierna el PP, ahora también con Vox, va a haber recortes. Los próximos presupuestos del gobierno valenciano van a perjudicar a la gente, porque van a afectar a los servicios básicos fundamentales: sanidad, educación y servicios sociales. Van a por lo básico para los trabajadores y trabajadoras y para las familias que necesitan de unos servicios públicos fuertes para tener presente y futuro.

Es un acto de cobardía de PP y Vox. Igual que han hecho con la recuperación del canon de saneamiento del agua. Por una parte, bajan los impuestos a los más ricos. Y por otra compensan esta pérdida de ingresos con la subida del recibo del agua de las familias. Más de dos millones de hogares valencianos ya lo han notado o lo notarán en el próximo recibo del agua. Mazón podría haber prorrogado esta medida de Ximo Puig, pero ha preferido mirar hacia otro lado, porque en el PP son más de gobernar para sus amiguitos del alma, como dijo El Bigotes en el juicio del Caso Gurtel.

No falla. Ya echan la culpa de esos presupuestos tan duros que anuncian a la gestión del Botànic y a la situación económica heredada. La herencia que han recibido de Ximo Puig son 800.000 puestos de trabajo más que en 2015, un crecimiento económico de más del 2% en este 2023 e inversiones históricas como la de la megaplanta de Volkswagen en Sagunt. En 100 días de gobierno, lo único que ha demostrado Mazón es que no tiene proyecto político para nuestra comunidad y que es el PP de siempre: el que solo gobierna para unos pocos.

Ya es hora de desmentir uno de los grandes mantras de la derecha. La derecha no gestiona mejor la economía. En la Vall d’Uixó hemos roto con ese mito. Porque desde 2015 hemos reducido la deuda municipal en 20 millones de euros. Esto supone pasar de una deuda de 31,6 millones euros a 11,8. En deuda por habitante, hemos pasado de 1.003 euros en 2015 a 628 euros en 2023. Y todo esto sin subir el IBI. De hecho, en la primera legislatura bajó en la medida de lo posible dentro de estas circunstancias económicas. Las cifras no mienten. Son públicas y se pueden comparar.

Por eso oír al PP hablar de herencias recibidas es chocante, porque los gobiernos progresistas sí que recibimos la herencia del despilfarro y la corrupción. Un lastre reputacional del que nos levantamos a base de trabajo para conseguir inversiones históricas como la de Volkswagen. También en la Vall con la llegada de Stadler, una multinacional que fabrica trenes, o con el proyecto de ampliación del polígono Belcaire. Proyecto, por cierto, que está entregado en la Generalitat desde principios de año y al que aún no hemos recibido respuesta.

Entiendo que en estos primeros 100 días de gobierno han estado muy ocupados inventando excusas para preparar el terreno a los presupuestos de los recortes y de las privatizaciones. Pero los municipios no podemos esperar para sacar adelante proyectos vitales para nuestro desarrollo y para seguir avanzando. Por eso, ¡pónganse a trabajar! Las empresas que se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para instalarse en la Vall d’Uixó necesitan certezas y saber cuando va a ponerse en funcionamiento el proyecto de ampliación del polígono Belcaire en la localidad.

Esas pocas ganas de trabajar de PP y Vox también las vemos en nuestra ciudad. Hace unos días se celebró el pleno del mes de octubre y además de sacar adelante cuestiones importantes del día a día municipal, también presentamos tres mociones: una para que los municipios que tienen áreas industriales con EGM constituidas reciban subvenciones de la Diputació de Castelló, otra en apoyo al comercio local y la última para garantizar la libertad de expresión y condenar la censura que hemos vivido en municipios cercanos al nuestro.

Mientras, la oposición en nuestra ciudad ni está ni se le espera para construir futuro. Otros que tampoco tienen proyecto para la Vall.

Alcaldesa de la Vall d’Uixó

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