La siniestralidad vial en el colectivo sénior es más alta que en el resto y, sobre todo, entre los que se suben a una bicicleta en ciudad. Un estudio revela que la mitad de los ciclistas fallecidos en zona urbana tenía más de 65 años.

Se trata de un informe realizado por el Race y la aseguradora Liberty que ayer fue presentado por David Fernández y Jesús Ángel González, de los departamentos de Seguridad Vial de ambas entidades, respectivamente.

Hoy, los mayores de 65 años representan el 18% de la población total española (más de 8,5 millones de personas sobrepasa esa edad) y las previsiones son que en las dos próximas décadas el porcentaje alcance el 30%.

El último año cerrado de cifras de siniestralidad, el 2014, refleja que un tercio de los fallecidos en accidente de tráfico (477) tenía más de 65 años, por lo que de mantenerse esa evolución, el número podría alcanzar los 800 en los próximos 20 años.

Y es eso lo que Race y Liberty Seguros quieren atajar con programas de formación dirigidos a este colectivo, toda vez que si se analiza su siniestralidad por cada millón de habitantes, la tasa es de 56,6 frente a los 37,6 víctimas por millón en el tramo de población de entre 30 y 64 años.

Un ratio de mortalidad sénior que sube hasta los 44,5 fallecidos por cada millón de habitantes si se tiene en cuenta solo los accidentes de turismos, frente a 15,5 en el resto de la población.

Los hábitos de movilidad están cambiando entre los mayores, usuarios cada vez más de la bicicleta y, debido a la crisis, cada vez más responsables de llevar a los nietos al colegio en su vehículo. En este caso, se ha pasado en poco tiempo del 10 a casi un 20%.

MÁS VULNERABLES // Se trata de un colectivo, aseguran los autores del estudio, especialmente vulnerable, sobre todo en ciudad, donde se ha comprobado que la mitad de los ciclistas muertos tenía una edad sénior. Es más, cuatro de cada diez víctimas mortales en siniestros viales de todo tipo en el entorno urbano, pertenecían a ese colectivo.

De todos modos, y según las últimas encuestas, casi el 90% de los conductores mayores se definen como buenos al volante, con posibilidades notables a la hora de enfrentarse a una situación de riesgo. Consideran además que su experiencia de años de conducción les exime de cualquier tipo de formación o reciclaje. H