Luto en la cocina: Matan a tiros al cocinero mallorquín David Peregrina junto a su esposa

Los cuerpos fueron encontrados en el interior del restaurante que regentaban desde hacía años en Brasil

El cocinero mallorquín David Peregrina fue hallado muerto junto a su esposa en el restaurante que regentaban.

El cocinero mallorquín David Peregrina fue hallado muerto junto a su esposa en el restaurante que regentaban. / INSTAGRAM

El cocinero mallorquín David Peregrina ha fallecido a los 53 años de edad. El motivo no ha sido otro que los disparos que recibió junto a su esposa, Érica da Silva, en la localidad de Porto Seguro, a orillas del río Buranhém, en la región de Ilha do Pau do Macaco (Brasil). Según medios locales la principal hipótesis que se baraja es el robo, pues los cuerpos sin vida de ambos fueron hallados en el restaurante que regentaban, Os Ribeirinhos.

El establecimiento era muy conocido entre los residentes, pues ambos emprendieron un buen número de iniciativas sociales. Su gastronomía principal era la española, destacando los arroces que preparaba David y que compartía frecuentemente en redes sociales

El cocinero y su mujer, de 38 años, no solo trabajaban, sino que también residían en el citado restaurante. Mientras el cadáver de David fue encontrado en la cocina del restaurante, su pareja fue encontrada desnuda fuera del mismo. Los agentes creen que pudo haber sido sorprendida mientras se duchaba y que recibió un disparo en la cabeza mientras intentaba escapar por el balcón del primer piso.

El chef, por su parte, fue encontrado muerto en la cocina del establecimiento, en la planta baja, con agujeros de bala de disparos en el brazo, pecho y espalda. Según los primeros testimonios de los testigos, en el momento del suceso se escucharon disparos y gritos de ayuda. Fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma.

David Peregrina, el chef mallorquín asesinado a tiros en Brasil, fue condenado hace 15 años en Palma por una macroestafa en pleno ‘boom’ inmobiliario en 2003 según el diario Última Hora. El hombre aprovechó su condición de director de la sucursal Caixa Rural de Muro para cometer delitos de estafa y falsedad documental y apropiarse de cerca de dos millones de euros de la entidad.