La Policía Local de Tortosa ha detenido a una mujer de 33 años, de

nacionalidad rumana, acusada de un delito continuado de falsedad en documento

público, al descubrirse que había llegado a empadronar hasta 57 personas en su

domicilio.

Según ha explicado hoy el alcalde de Tortosa, Ferran Bel, una revisión

rutinaria del padrón municipal permitió detectar que en un domicilio de 150

metros cuadrados del barrio de Remolins, en el casco antiguo de la ciudad,

constaban 57 personas empadronadas, 29 de la cuales habían sido dadas de alta a

lo largo de este año 2007.

En todos los casos los empadronamientos se habían hecho efectivos mediante la

acreditación de la propietaria del inmueble, que había firmado en el

ayuntamiento un documento dando fe de que conocía a la persona que se

empadronaba, y de que ésta vivía en su casa.

Esta situación atípica por la gran cantidad de empadronados hizo que la

Policía Local de Tortosa iniciara una investigación que ha culminado con la

detención de la mujer, si bien únicamente se ha localizado a uno de los 57

empadronados.

Éste ha declarado que nunca había vivido en la casa y que había pagado 30

euros a la mujer detenida para que la empadronara en su casa y, así, poder

beneficiarse de ayudas sociales, como la obtención de la tarjeta sanitaria.

La acusada, que ya ha pasado a disposición judicial, se resistió en un primer

momento a colaborar con la investigación policial, si bien posteriormente ha

acabado admitiendo que solamente conocía a 18 de las 57 personas que empadronó

en su casa.

Tras dar a conocer este caso, el alcalde de Tortosa (CiU) ha anunciado que

presentará una serie de medidas encaminadas a endurecer el control sobre el

proceso de empadronamiento en la población.

"La voluntad de este gobierno es ser muy contundente para erradicar estas

prácticas delictivas" porque "generan situaciones sociales muy conflictivas", ha

declarado el alcalde.