Nuevas acciones vandálicas en el Molí la Vila, un inmueble que, finalizada su restauración, todavía espera tener un uso después de que el Ayuntamiento tuviera que renunciar a la subvención que había otorgado la Diputación de Castellón para habilitarlo como espacio cultural y de ocio.

El Molí la Vila, situado junto a la Sequia Major y el jardín de Jaume I, es uno de los espacios de ocio de la ciudad más castigados por el vandalismo, hasta el punto de que el consistorio ya se vio obligado en su momento a retirar los aparatos de gimnasia que instalaron en una de las esquinas del parque después de que cada fin de semana aumentaran los desperfectos.

Las redes sociales se hicieron eco de los últimos daños registrados en este inmueble de origen medieval, así como del malestar por el deterioro que sufre mientras se encuentra sin ningún uso.

Esta zona formaba parte de un proyecto enmarcado en el plan 135 de la institución provincial, dirigido a continuar las fases de rehabilitación y mejora e impulsar la cafetería del Coneixement y una lámina con aves acuáticas. Pero tras la irrupción de la pandemia del covid, y dentro del programa de priorización de proyectos pendientes, el equipo de gobierno decidió congelarlo por el momento y renegociar la subvención con la Diputación.

Para tratar de evitar nuevos ataques vandálicos, la edila de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, explica que «dentro del nuevo contrato para la instalación de cámaras de control de tráfico en vías públicas y seguridad en edificios municipales, que se encuentra en fase de licitación, se evaluará incluir este inmueble».