Con una jornada puramente veraniega pese a faltar unos días para dar la bienvenida a la nueva estación, los vendedores de los mercados ambulantes volvieron ayer al centro de Vila-real tras algo más de un año en localizaciones temporales por la pandemia, el de fruta y verdura en el párking del acceso sur y el de ropa y complementos en la Ciutat Esportiva Municipal.

Algunos lo hicieron a su ubicación habitual en los tiempos previos al covid-19 y otros estrenaron enclave. Si bien es cierto algunos comerciantes de moda volvieron ya el miércoles al centro --en la plaza Major instalarán de forma alterna 35 paradas cada semana--, ayer regresaron a vías más céntricas quienes quisieron montar. Cerca de un centenar de expositores de ropa y complementos se repartieron entre en las calles Josep Ramón Batalla --Barranquet--, Hospital y Raval del Carme; mientras que los de frutas y verduras ocuparon Cardenal Tarancón. 

«Sí que hemos notado más alegría y ánimo aquí dentro del pueblo. Es cierto que al ser el primer día la gente todavía estaba situándose pero poco a poco, que siga así», comentó Rebeca Salazar en su puesto de venta de calzado, medias y textil, y quien llamó a la «colaboración de todos para que, con prudencia y respeto, podamos salir de esta y no tengan que volver a confinarnos».

El deseo

En una tónica similar se pronunció Cristian García, con una parada de venta de ropa para el hogar, también en el Barranquet aunque más cerca de la zona de la fruta y la verdura. «Estamos muy contentos y había ganas de estar aquí, que no nos vuelvan a cambiar más», indicó este vendedor que apuntó que la proximidad al otro mercado les parece beneficioso. Estrenar espacio en Josep Ramon Batalla, antes del coronavirus se ocupaba la calle Bayarri, la plaza Major y el Raval del Carme, también se valoró de forma positiva; y García recordó que «ya nuestro padre montaba aquí».

Pero la aparente satisfacción generalizada de estos mercaderes ambulantes contrastó con una postura más moderada entre los vendedores de alimentos. Aunque sí constataron mayor afluencia de clientes que en el recinto ocupado durante los meses previos, comentaron que las ventas no fueron excelsas. «Ha venido más gente pero ha ido regular», dijo Luisa Castro desde su puesto de fruta y verdura, Y señaló que el ritmo distó del de sábados previos a la pandemia. «Aquí estamos mejor porque en el aparcamiento, al estar solo nosotros, se arrimaba poca gente. El ambiente de hoy -- ayer para el lector-- se parecía más al de un sábado normal», apuntó Inma Notari, responsable de un puesto de encurtidos.

Y también hubo críticas al consistorio por no haber limpiado la calzada «sabiendo que veníamos ya», y que los aseos del parque Josep Calduch i Almela estuvieran cerrados, por lo que proponen un sistema como el que había en el párking que ocupaban, ya que incluso contaba con personal de limpieza.