Octubre. Esa es la fecha en la que debe estar finalizada la sustitución de toda la cubierta del pabellón del Centro de Tecnificación Deportiva (CTD) de Vila-real, ya que el plazo de ejecución es de cuatro meses, de no haber sorpresas.

Desde ayer, la empresa adjudicataria de la reparación tiene el permiso para comenzar los trabajos que deberán poner fin a los constantes problemas de filtraciones del techo, tras el visto bueno y la firma de los responsables autonómicos. De hecho, el director general de Deportes, Josep Miquel Moya, y la jefa de infraestructuras de la Conselleria visitaron ayer la infraestructura deportiva para completar este trámite, junto a los responsables de la mercantil y el concejal de Deportes de la ciudad, Javier Serralvo.

Obra que, según el edil, «primará la calidad sobre la rapidez». «Más que correr y acabar lo antes posible, nos interesa que se haga bien», remarcó el responsable local de Deportes, quien agradeció que «por fin» se pueda dar inicio a esta actuación de emergencia.  

Un extra al sobrecoste del proyecto

E insistió: «Con el coste de esta reparación, 1,2 millones de euros, tendríamos para otro pabellón, ya que es aproximadamente el precio del nuevo Campió Llorens. Si sumamos esta cantidad a la que ya supuso la construcción del Centro de Tecnificación, 31 millones -- un sobrecoste de 11 millones respecto lo previsto--, el montante es ni más ni menos que de 32 millones».

Respecto a los clubs que hacían uso del recinto, el concejal recordó que se les reubicó en los otros cuatro pabellones de la localidad y avanzó que la próxima temporada se planificará incluyendo el CTD, aunque de no estar disponible en el comienzo del nuevo curso, se les volvería a derivar de forma temporal a otros polideportivos.

Según pudo saber este rotativo, las actuaciones se centrarán en reforzar la actual cubierta y recubrirla con materiales impermeables. Además, se habilitará la pendiente que no se ejecutó en un principio y que, con el tiempo, ha originado graves problemas estructurales.

El consistorio anunció a finales de abril su decisión de clausurar este espacio --otros del CTD siguen en uso sin problemas-- por un grave defecto de construcción del techo que provocaba numerosos problemas por goteras. El municipio, que ya había invertido 100.000 euros en un recinto con uso real desde 2015, pese a estar finalizado desde 2011, cifró la reposición de la cubierta en medio millón de euros, aunque los técnicos autonómicos duplicaron esa cantidad inicial.