Dos uniones temporales de empresas (UTE) son las que se disputan finalmente el contrato unificado de recogida y traslado los residuos sólidos urbanos y de limpieza viaria de Vila-real, que salió a licitación por un importe anual de algo más de 3,5 millones de euros y para un periodo de ocho ejercicios, lo que suma una inversión prevista que supera los 28,5 millones en ese plazo.

Dos UTE lideradas por las dos firmas que actualmente se encargan de esas dos tareas por separado, pero que ahora se unen a otras sociedades en este concurso. Son Fobesa (basuras) y Cespa --todavía pertenece a Ferrovial, aunque han cerrado su venta a un grupo alemán-- (limpieza viaria), que para optar a la licitación concurren conjuntamente con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Urbaser, respectivamente. En el primero de los casos, la sociedad se reparte al 75 y el 25% entre Fobesa y FCC; y en segundo, al 50% entre ambas mercantiles.

En estos momentos la mesa técnica que debe valorar las ofertas ha procedido a abrir los primeros sobres, de manera que el proceso de revisión podría concluir en unas semanas. Con todo, y dada la complejidad de la plica y los aspectos a tener en cuenta para elegir la mejor opción, el concejal de Servicios Públicos, Xus Madrigal, prefiere ser cauto, aunque avanza que el objetivo del ejecutivo municipal es que ambos servicios estén en funcionamiento a principios del próximo ejercicio, aunque todo dependerá del tiempo que los técnicos tarden en puntuar ambas ofertas y si, posteriormente, alguna de ellas presenta algún tipo de recurso.

En cualquier caso, Madrigal valora de manera importante que ambas mercantiles, Fobesa y Cespa, sean «conocedoras sobre el terreno de los trabajos a realizar, porque la primera ya se encarga de la recogida y traslado de los residuos sólidos urbanos, y la segunda, de la limpieza del entramado viario», destaca el concejal.

Solvencia acreditada

El edil entiende que las dos firmas «tienen una solvencia contrastada», por lo que la idea es «adjudicar el contrato lo más pronto posible», indica Madrigal.

Para los responsables municipales la suma de la recogida de basuras y limpieza viaria en un único contrato supondrá una serie de mejoras, entre las que destaca que no se producirán conflictos de competencias, como ahora ocurre, a la hora de resolver a quién corresponde, por ejemplo, adecentar lo que queda esparcido en torno a los contenedores de residuos sólidos o de reciclaje distribuidos por la población.

Apuesta por la sostenibilidad

Entre las principales exigencias del pliego de la licitación del contrato unificado de recogida de basuras y limpieza viaria destaca la apuesta por la sostenibilidad, de manera que la adjudicataria se obliga a que los vehículos de nueva adquisición con los que preste los servicios deben ser lo menos contaminantes posible, atendiendo a las características orográficas de Vila-real, con un territorio casi llano que facilita el uso de energías limpias para los elementos motorizados.

De esta forma, los vehículos de recogida y compactación de basuras tendrán una capacidad de entre 8 y 23 m³, en función de si la carga es lateral o trasera, y utilizarán gas natural o serán híbridos (electricidad y gas). Las barrederas, camiones cisterna o fregadoras podrán funcionar con diésel, además de ser híbridas. Y los de inspección y equipos de baldeo serán preferentemente eléctricos.