El Ayuntamiento de Vila-real inicia el proceso para satisfacer una «reivindicación histórica» de los residentes de Botànic Calduch. La Concejalía de Territorio saca a licitación, por 126.000 euros, las obras para completar la zona verde cercana al colegio Botànic Calduch con la adecuación del solar lindante con la calle Corts Valencianes, una actuación que, según apuntan desde el consistorio, «ayudará a poner en valor la antigua alquería tradicional, que también será objeto de una rehabilitación en los próximos meses».

El edil del área, Emilio M. Obiol, explica que la intervención «consistirá en el ajardinamiento de la parcela existente para dar continuidad a la zona verde ya habilitada, aunque el nuevo espacio tendrá características morfológicas diferentes, de jardín mediterráneo, para un mejor mantenimiento». El proyecto se financiará con el Plan 135 de la Diputación de Castellón, aunque la redacción del proyecto y la dirección de obra los asume el Ayuntamiento.  

La actuación afecta a una superficie de 3.700 metros cuadrados y persigue integrar la parte ya ajardinada con este nuevo espacio para conseguir el efecto de un único parque que ocupe toda la manzana. Además, se pretende potenciar la edificación de la alquería, mejorando su imagen exterior e integrándola en este espacio. 

La alquería, en una segunda fase

El concejal de Territorio recuerda que el Ayuntamiento ya cuenta con la consignación presupuestaria para acometer en los próximos meses una segunda fase, que consistirá en la rehabilitación de la antigua alquería de Botànic Calduch, típica construcción de la periferia de la ciudad que tiene un valor etnológico de interés y que permitirá «ganar una dotación para la ciudad». El pasado febrero, desde el equipo de gobierno valoraron en 300.000 euros en coste global de la iniciativa, contando ya con los fondos provinciales.

Obiol recuerda que estos terrenos son «uno de los ejemplos de la herencia envenenada del urbanismo que encontramos al llegar al gobierno». Respecto a la zona en la que se actuará para atajar los problemas de salubridad, desde el equipo de gobierno señalan que, en 2015, hicieron frente, a través de un préstamo, al pago de un millón de euros «como consecuencia de un empastre más de la gestión urbanística del Partido Popular». El edil apunta además «este equipo de gobierno lucha para que los vecinos no pierdan la zona verde existente porque una sentencia judicial obligaba a devolver el suelo a su propietario por la mala gestión de los populares que ocuparon, en 2010, parte del suelo de manera ilegal, sin pagar al propietario».