Un mes, o mes y medio, es el tiempo que, según anunció este viernes el alcalde de Vila-real, José Benlloch, falta para que la ronda suroeste, «una de las infraestructuras más importantes de la ciudad del siglo XXI», esté en funcionamiento, a excepción del tramo inacabado hasta la N-340.

El máximo responsable municipal comentó que las labores pendientes consisten en conectar el sistema de iluminación y en definir los espacios verdes, «muchos», como las rotondas, con la plantación de diferentes especies vegetales.

Con la apertura al tráfico de este vial, «la primera ronda que tendrá una ciudad industrial como Vila-real», valoró el munícipe, «se gana en calidad de vida al lograr unos accesos más esponjados, ya que evitará problemas de seguridad y ruido en el núcleo urbano por el paso de vehículos pesados».

Sigue el litigio

"Ganaremos en calidad de vida al lograr unos accesos más esponjados, ya que evitará problemas de seguridad y ruido en el núcleo urbano por el paso de vehículos pesados"

José Benlloch - Alcalde de Vila-real

Benlloch recordó también que sigue activa la causa judicial para dirimir qué administración, si la local o la autonómica, es la que debe asumir el mantenimiento. «Es un tema más complejo que querer quitarnos de encima el coste. Ciudadanos y trabajadores del clúster cerámico de la carretera de Onda harán uso de este eje y no necesariamente para parar en Vila-real, muchos pasarán de largo por lo que consideramos que la ronda debería considerarse una carretera de la red básica autonómica. Estoy seguro de que alcanzaremos un acuerdo», dijo el alcalde, que también pretende que la Generalitat ayude en el desdoblamiento del tramo de la carretera de Onda que resta.

El primer edil realizó estas declaraciones durante la visita, junto al edil de Territorio, Emilio Obiol, técnicos municipales y responsables de la empresa Pavasal, a las obras que se acometen gracias a una ayuda del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) en el camí Betxí --así como en los caminos Carretera y Artana-- para mejorar el acceso rodado desde las glorietas de la ronda a los polígonos.

«Había cierta discontinuidad entre la conexión de la ronda con la ciudad y con estas actuaciones se mejorará», valoró el concejal de Territorio. Así, según detalló Antonio González, de Pavasal, se ejecutará en los enlaces de las tres vías rurales la calzada, el carril bici y la acera. También primarán las zonas verdes.

Estas intervenciones se materializan por 246.232 euros y deberán estar concluidas a finales de año, puesto que deben certificarse antes del 31 de diciembre. Estará todo listo al abrir la ronda.

La unión con la N-340, más allá del acuerdo entre gobiernos

Y aunque se cumplan las previsiones y la ronda suroeste de Vila-real abra al tráfico en escasas semanas, quedará sobre la mesa un asunto de magnitud: su conexión con la N-340. A este respecto, el alcalde, José Benlloch, insistió en que el problema «va más allá de que los gobiernos central y autonómico lleguen a un acuerdo», sobre si será mediante una rotonda o un paso a diferente nivel. «El PP estableció que el urbanizador del PAI Espai La Vila fuera quien asumiera la urbanización del tramo restante para enlazar ambas vías. Podremos encontrar una solución porque hemos arreglado mucho, pero no es tan sencillo como un acuerdo entre Estado y Generalitat», afirmó el primer edil. 

Benlloch planteó, como opción, que la obra sea de interés general, la asuman las administraciones públicas y después se carguen las cuotas. Con todo, zanjó el munícipe, «la mejor forma para conectar es que la ronda funcione».