Vila-real pierde 91 negocios de comercio y hostelería en cuatro años

La ciudad de Vila-real ha perdido, desde el 2019 y hasta finales del 2022, un total de 91 establecimientos comerciales, de ocio y de hostelería. Así lo ha asegurado hoy el alcalde, José Benlloch, quien se muestra "moderadamente contento" porque el impacto de las últimas dos crisis, la del covid-19 y la de la guerra en Ucrania, no se ha cebado de manera contundente con los pequeños comercios.

Aun así, el munícipe asegura que las expectativas de crecimiento económico en Vila-real son "tremendamente buenas" y hace hincapié en que "en todas las juntas de gobierno aprobamos alguna licencia de actividad", a lo que añade que desde el Ayuntamiento se ha apostado nuevamente por mantener el plan de ayuda al comercio local que, desde el 2020, se traduce en rebajas fiscales, como la exención de las tasas por ocupación de la vía pública (terrazas, mercados o ferias) o la rebaja del IBI de hasta el 95% para las pequeñas tiendas y los espacios de servicios personales, transporte, actividades deportivas, servicios educativos, escuelas infantiles y academias, y bares restaurantes.

Cómputo de establecimientos

Con todo, Benlloch asegura que el crecimiento en el número de negocios comerciales y de hostelería en Vila-real desde el 2011 "ha sido muy importante". Y es que en la actualidad, el municipio cuenta con un total de 1.895 establecimientos comerciales, la gran mayoría de ellos de tipo minorista (871). A estos se suman los de actividades deportivas (65), servicios personales (293), ocio (110), transporte (181) y hostelería (373). De estos últimos, 138 cuentan con terraza en la vía pública.

Además, el alcalde califica de "brutal" la explosión de actividad económica en diferentes zonas del extrarradio de Vila-real. Y es que, como como se hizo eco Mediterráneo el pasado mes de octubre, especialmente en los últimos dos años el cierre de establecimientos en el centro de la ciudad se ha incrementado notablemente. Un cierre que contrasta con el importante auge de nuevos negocios que se están instalando en zonas periféricas, como son los accesos sur y norte o la avenida França.

El consistorio mantiene las rebajas fiscales

Y para hacer frente a los efectos negativos de crisis como las de la pandemia o la guerra en Ucrania que generan menos ingresos e incluso pérdidas en los comercios vila-realenses, el alcalde Benlloch reitero la apuesta del Ayuntamiento por mantener el plan de ayuda a los sectores más afectados, consolidando las rebajas fiscales que se traducen en la exención de la tasa por ocupación de vía pública o la reducción del IBI en un 95% y que, como ya anunció días atrás, será solo del 50% para aquellos negocios que dispongan de terraza, "ya que estos se benefician también de la supresión de la tasa correspondiente".

"A pesar de las dificultades económicas del Ayuntamiento, con casi 60 millones de euros pagados de la ruina del urbanismo y la deuda del PP y con el impacto de tres crisis, la financiera, la de la covid y ahora la guerra en Ucrania, nuestro modelo es el de ayudar y hacer todo lo posible para mantener el tejido comercial y productivo de la ciudad”, explica el primer edil, quien subraya "la potencia del sector comercial en Vila-real, con 1.895 establecimientos en activo, a pesar de que tienen que hacer frente a importantes amenazas como la proximidad de urbes de mayor tamaño, así como de grandes centros comerciales o el cambio en los hábitos de consumo de la ciudadanía”.

Medidas desde el 2020

Benlloch recuerda que en el 2020, a través del pacto local por el renacimiento de Vila-real, “impulsamos un plan de estímulo fiscal para el comercio y lucha contra el covid que, con mucho esfuerzo, hemos mantenido y por el que seguimos apostando ahora, a pesar de que ya hemos superado la pandemia, porque nuestra economía sigue teniendo que afrontar importantes retos, sobre todo en este momento de inflación y crisis por la guerra de Ucrania”.

"La bonificación del IBI y la supresión de la tasa para terrazas, mercados y ferias se ha traducido en 1.260.000 euros que el consistorio no ha ingresado, un dinero que se ha quedado en los bolsillos de nuestros comercios y autónomos”

José Benlloch

— Alcalde de Vila-real

Desde aquel 2020, la bonificación del IBI y la supresión de la tasa por ocupación de vía pública para terrazas, mercados y ferias se ha traducido en 1.260.000 euros que “hemos dejado de ingresar en el Ayuntamiento, un dinero que se ha quedado en los bolsillos de nuestros comercios y autónomos, y por el que además no han tenido que tributar, lo que demuestra el acierto de esta medida”. “Si a esta cantidad sumamos los 1,8 millones de euros en ayudas directas del plan Resistir que concedimos durante la pandemia gracias a la aportación de la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento y los 200.000 euros de la tarjeta Fem poble, la cantidad económica que hemos inyectado entre medidas fiscales y ayudas directas en los últimos tres años supera los 3,2 millones de euros”, señala el alcalde.

Modelo pionero

En este sentido, el munícipe hace hincapié en que "no hay ningún otro municipio que haya hecho una apuesta tan fuerte, pero nuestro modelo pasa por ayudar en todo lo posible”, incide el primer edil. Por eso, en el 2023, “mantenemos la bonificación del IBI, aunque con algunos cambios porque la situación del Ayuntamiento es complicada”.

La solicitud para la bonificación del IBI se podrá tramitar hasta el 15 de marzo con la presentación de un modelo de instancia y, en caso de que el local esté alquilado, un modelo de compromiso del arrendatario de que repercutirá la medida de ahorro fiscal en el comerciante o autónomo ya que “esta bonificación está hecha para ayudar a las personas que trabajan cada día para mantener abiertos sus negocios, no para beneficiar a los propietarios que tienen locales alquilados”, asevera el alcalde, quien pide "responsabilidad" a los propietarios.