Arte, luces, fuego y emociones en la particular ‘Pasión’ de Vila-real

Músicos, cantantes y los actores de Xarxa Teatre dan vida a la pasión, muerte y resurrección de Cristo

Una segunda danza vertical y efectos de sonido y lumínicos aportan mayor espectacularidad a la obra

Como no podía ser de otra manera, el arte en estado máximo se ha dado cita un año más en la plaza Major de Vila-real, ante la mirada de más de 1.500 personas.

Y es que la representación de la particular Pasión musical, Laquima vere, compuesta por Alfredo Sanz y patrocinada por el Ayuntamiento, con la colaboración de la Fundación José Soriano, ha vuelto a emocionar a quienes decidieron no perderse una de las citas que aportan un contenido propio y exclusivo a la programación de la Semana Santa local, declarada Fiesta de Interés Turístico Autonómico.

Un evento que se hace realidad gracias al compromiso de más de 200 personas entre actores, músicos, cantantes o técnicos de luces y de sonido. Unas luces y un sonido que, de nuevo, han sido durante la noche del pasado sábado decisivas para dar mayor espectacularidad si cabe a todas y cada una de las escenas de este auto sacramental cargado de contemporaneidad, en el que la tradición más pura se entremezcla con una serie de mejoras que aportan las nuevas tecnologías.

Además, a los textos que relatan la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo --escritos básicamente en valenciano, aunque también se incluyen algunas frases en latín-- se suma la fuerza de las piezas musicales compuestas por Sanz y la profesionalidad de los actores y actrices de Xarxa Teatre, bajo la dirección de Leandre Escamilla, que dan vida a buena parte de los personajes de la obra.

Las novedades

Como en cada edición no faltan los detalles diferenciales respecto a la del año anterior, de manera que en la representación de anoche se sumó una segunda danza vertical en la fachada del ayuntamiento, coincidiendo con la incorporación de un gloria, así como los efectos visuales de unas máquinas de fuego. También ha habido nuevos efectos de luz, no solo en el escenario central sino en todo el entorno de la plaza Major, por cuanto las diferentes escenas se desarrollan en el conjunto del céntrico espacio, en connivencia con el público.

Y, nuevamente, han sonado fragmentos de piezas musicales propias, como un momento de la Marxa a la Ciutat, de José Goterris, que se reprodujo como remate final del Laquima vere, a modo de firma de una Pasión con auténtico sello cien por cien vila-realense.

En el apartado musical, y bajo la dirección de Sanz, no han faltado la Orquestra Simfònica de Vila-real, la Coral Sant Jaume, la Unió Musical La Lira y la sección de percusión de las cofradías locales, así como las voces de los tenores Vicente Ombuena y Pascual Andreu, el barítono Vicente Antequera, la mezzosoprano Francesca Sales, el bajo Lluís Martínez, las sopranos Tanya Durán-Gil y Sara López, y el sopranista Rafa Quiralt.

En definitiva, las emociones han vuelto a salir a flor de piel entre quienes han vivido y disfrutado de esta edición del Laquima vere.