El Villarreal CF recobra el pulso después de los días intensos marcados por la incógnita en torno al futuro de Unai Emery, que al final descartó la megaoferta del Newcastle para dejar las cosas como estaban.
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El guipuzcoano dirigió este jueves la primera sesión tras la interminable jornada del martes, en la que el encuentro (y el triunfo) frente al Young Boys quedó sorprendentemente relegado a un segundo plano por mor de las declaraciones pospartido del entrenador de Hondarribia, que no cerraba las puertas a una inminente marcha, aunque, ya de madrugada, decidía continuar al frente del proyecto que los Roig le han encomendado y que él empezó a edificar con el primer título del Submarino.
Punto y aparte
El miércoles, mientras Emery zanjaba el asunto y disipaba las nubes de tormenta sobre el Estadio de la Cerámica trasladando primero a la cúpula su decisión final y, horas después, comunicándolo a todo el mundo a través de su perfil de redes sociales, tocaba descansar y desconectar unas horas. El Villarreal escenificó la normalidad con una sesión en la Ciudad Deportiva de Miralcamp abierta los primeros 15 minutos, como es habitual (días atrás, Emery había bunkerizado los entrenamientos, cerrándolos a ojos ajenos). Todo queda de puertas para adentro, ya que el técnico guipuzcoano dirigió una sesión enfocada directamente en el Getafe.
La historia del 'no' de Emery al Newcastle y su continuidad en el Villarreal
De regreso a las apreturas de LaLiga
Encarrilada la clasificación para los octavos de final de la Champions, el Villarreal vuelve a las apreturas de LaLiga antes de un nuevo parón. Los amarillos escribirán otro punto y aparte con el nuevo intermedio en la competición doméstica después del partido ante el Getafe, víctima aún del paso cambiado desde la anterior fecha FIFA. Un punto de 12 posibles, aun con el partido frente al Alavés en La Cerámica pendiente (todavía sin fecha a la vista), han descolgado ostensiblemente al Submarino de sus opciones europeas, lastrado por tanto empate y, en el último mes, incluso con las derrotas.
Además, una nueva jornada sin ganar, sin la oportunidad de redimirse hasta la visita a Balaídos del 20 de noviembre, aumentaría la inquietud en los groguets. El Villarreal convivirá con el resultado que saque pasado mañana, para lo bueno y para lo malo (sobre todo, por la negativa trayectoria más reciente), dos semanas.
Todo lo que no sea ganar, reavivará el desasosiego que, aunque por otros motivos, ha rodeado al Villarreal estos últimos días.
Soluciones en todas las áreas
Un Submarino que falla en las dos áreas y hasta en el medio, como demostró en Mestalla. Las facilidades defensivas, junto al escaso índice de acierto cara al gol (aumentado por la baja de Gerard Moreno), donde solamente sobresale (y mucho) Arnaut Danjuma, mantienen a los amarillos a 10 puntos de los puestos de Champions, a ocho de la Europa League y a siete de la Conference.
El calendario más cercano invita a ser relativamente optimistas (el domingo viene el colista y el regreso será ante un rival clasificado por debajo de los groguets), aunque los amarillos cerrarán el 2021 frente al Barcelona (casa), Sevilla (Pizjuán), Rayo Vallecano (como local) y Real Sociedad (Anoeta).