La crónica | El Villarreal empata en Pamplona y el fútbol es cruel con Sorloth (1-1)

El Villarreal abrochó la temporada con un empate en el feudo de Osasuna. El gol de Morales en el segundo tiempo niveló el tanto de Budimir en el primero. El recuerdo del 1-1 se desvanecerá pronto en la memoria. No lo hará la desdicha de Alexander Sorloth: una lesión en el inicio del encuentro impidió el pichichi del noruego.

Sin aliciente clasificatorio, octavo pasara lo que pasara, el Villarreal inició el partido con dos focos de interés en El Sadar: las despedidas y los goles. La cita destiló aroma a homenaje para dos veteranos ilustres: el portero Pepe Reina y el centrocampista Manu Trigueros. Se repartieron el protagonismo, en la mirada de la hinchada, con Alexander Sorloth y su asalto al liderato de la tabla de goleadores.

Final | El Villarreal empata ante Osasuna y Sorloth, lesionado, se queda sin pichichi (1-1)

El triplete de Dovbyk en la verbena del viernes en Montilivi había encarecido el objetivo groguet del fin de semana. Sorloth empezó el partido de Pamplona con 23 goles, uno menos que los 24 del ucraniano del Girona. En la búsqueda del gol que abotonara el pichichi, Marcelino García Toral rodeó de entrada a Sorloth de excelsos pasadores. El noruego ejerció de referencia en el ataque, con la mediapunta repartida entre Trigueros y Álex Baena, y con Traoré estirando la lona por la diestra.

El desgarro

Pero los planes saltaron por los aires en el minuto 13. La desgracia se cebó con Alexander Sorloth, que recibió un pase de Trigueros, se perfiló en el área y se lesionó en la acción del disparo. Enseguida supo que se había roto.

No hubo más remedio que cambiarlo. El anhelo del pichichi se esfumó, Morales entró por Sorloth y el partido cambió de plano. Avanzó con mal cuerpo para el Submarino, afectado por lo que había pasado. 

Gol de Budimir

En el brete, y al ritmo que marcaba la hinchada, Osasuna pareció más cómodo sobre el césped. Más entonado con la pelota y apostando por lo simple, fue acumulando méritos y acercamientos, casi siempre por las bandas. En una de esas llegadas anotó el 1-0. 

Ocurrió a la media hora de juego. Rubén Peña profundizó por el costado diestro y conectó con Budimir con un balón raso. El ariete de Osasuna mareó a Mosquera en el área y embocó el remate en el primer palo, desde cerca.

El Villarreal replicó enseguida con una incursión de Morales que terminó en nada tras una definición alta. Pronto volvió Osasuna a tomar las riendas, más por inercia que por algún argumento de peso. Las cosas pasaban porque es fútbol y algo tiene que pasar. En un córner, Catena exigió una ágil respuesta de Reina. En el medio, Iker Muñoz y Baena se las tenían tiesas. En el descuento asomó otra vez Osasuna con un chut de Areso, y el Villarreal replicó con otra intentona de Traoré, también desviada. 

El segundo tiempo

Tras el paso por los vestuarios, el Villarreal comenzó el segundo tiempo con un brío renovado. Una maniobra brillante de Baena dio paso a un córner que cabeceó Mosquera al larguero. Al poco, en el minuto 57, otra vez Baena (máximo asistente del campeonato) frotó la lámpara del talento y presentó un pase perfecto que plantó a Morales frente al gol. El punta groguet regateó con habilidad al meta Aitor y empató.

A partir de ahí, el encuentro estuvo marcado por el carrusel de cambios. Hubo cierta maldición en el lateral izquierdo: Cuenca se marchó tocado y el reubicado Terrats también sufrió problemas musculares. Acabó el multiusos Comesaña en el costado, mientras el partido evolucionaba hacia un ir y venir tranquilo y ligero.

Con espacios, el Villarreal amenazó en varias ocasiones con hilvanar la jugada definitiva, pero el cóctel ofensivo de Guedes, Morales y Traoré tardó en coincidir en el espacio y el tiempo. Cuando encajaron el puzle, el minuto 87, el portero Aitor repelió el chut de Morales, que había inventado un caño en un palmo. 

Marcelino sobre Sorloth, Baena, el partido ante Osasuna y las despedidas

Aún tuvo Morales la última, y acertó en el descuento, pero había caído en fuera de juego.

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